A principios de este mes de octubre, la empresa COPSESA ha reabierto las instalaciones propiedad de la empresa EMILIO BOLADO S. L., en donde funcionaban una fábrica de cemento y otra de hormigón que se encontraban cerradas por suspensión de pagos, ubicadas entre los municipios de Santander y Camargo.

La nueva empresa pretende reabrir las viejas instalaciones de EMILIO BOLADO (según consta en el cartel de la verja de entrada) y poner en funcionamiento una “NUEVA PLANTA DE FABRICACIÓN DE MEZCLAS DE ASFALTO ECOLÓGICO”, de forma experimental, a través de materiales clasificados como residuos y de desecho: escorias de acería (que contienen metales pesados) y neumáticos de desecho.

Este proyecto, denominado GREENROAD, cuenta con un presupuesto de 1.302.303 euros y ha sido promovido por la empresa COPSESA junto al Ayuntamiento de Santander y la Universidad de Cantabria. Este proyecto ha sido seleccionado en la convocatoria 'Life +» de la Unión Europea, que financiará con 634.115 euros.

Los vecinos más próximos a las instalaciones están preocupados por la puesta en funcionamiento de la planta de asfalto después de muchos meses de tranquilidad y de disfrutar de un aire limpio.

Preocupa porque el nuevo proyecto utiliza escorias de acería, residuos con presencia de metales pesado en elevado porcentaje, así como neumáticos viejos, que emitirán contaminantes al aire que van a respirar miles de personas que viven en sus alrededores: Igollo, Ojaiz, Cacicedo, Peñacastillo, Camargo, Nueva Montaña o Bezana, cuyas localidades están situadas a menos de 2 kilómetros de las instalaciones.

La empresa COPSESA ha iniciado la actividad en las instalaciones sin obtener las autorizaciones adecuadas y por ello los vecinos se están organizando y han planteado constituirse en una asociación legal para defender sus intereses.

Tras la celebración de una asamblea, se han dado los primeros pasos para constituir una asociación a la que están invitados a participar las personas que viven en las proximidades de las instalaciones para investigar y controlar tanto el cierre de las instalaciones de EMILIO BOLADO, como el intento de reapertura de las mismas por COPSESA.

Los vecinos plantean como solución que la empresa ceje en su empeño de llevar a cabo este proyecto en este lugar, emplazamiento que debería desmantelarse por completo (dado el abandono al que ha llegado tras los últimos años de inactividad) y elija otro emplazamiento en alguno de los polígonos industriales con suelo disponible o en alguna de las instalaciones que se encuentran paralizadas debido a la crisis de la construcción, cuya localización no se encuentre en medio de zonas habitadas.

Ecologistas en Acción de Cantabria está colaborando con los vecinos y ha solicitado a ambos ayuntamientos, así como a las Consejerías de Industria y Medio Ambiente, información sobre la legalidad de las instalaciones de Emilio Bolado que ahora están cerradas y sobre el nuevo proyecto de COPSESA para controlar que se cumplen todos las exigencias legales.