El Tribunal Supremo ha confirmado hoy que el complejo turístico Marina de Valdecañas, en Cáceres, es ilegal y que los terrenos protegidos donde se levantó deben se repuestos. Se ratifica así la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura a una denuncia presentada por la Asociación para la Protección de los Recursos Naturales de Extremadura (ADENEX) y Ecologistas en Acción. Una victoria tras ocho años de lucha judicial y serias amenazas sufridas por representantes ecologistas, que queda empañada por la lentitud de la justicia.

El proyecto urbanístico, que ya está parcialmente construido, se ubica en una isla del Embalse de Valdecañas, enmarcada por las Sierras de Gredos y de Las Villuercas. Cuenta con importantes valores naturales por lo que forma parte de la Red Natura 2000 dada su declaración de Zona de Especial Protección Para las Aves (ZEPA Embalse de Valdecañas), y afecta a su vez a áreas declaradas Lugares de Interés Comunitario (LIC).

Pese a ser un humedal de gran importancia por las especies que lo habitan, muchas en peligro de extinción, la promotora “Marina de Valdecañas”, contó con el apoyo y connivencia del Gobierno de Extremadura, que declaró el proyecto como Proyecto de Interés Regional (PIR). Dos hoteles y 200 villas de lujo, un campo de golf y un puerto deportivo se empezaron a levantar en este lugar a 160 kilómetros de Madrid.

Ahora el Supremo valida todos los argumentos empleados por el TSJ de Extremadura, esencialmente la falta de motivación para el cambio de clasificación de los terrenos que son suelo no urbanizable especialmente protegido. La sentencia del Supremo recuerda que la jurisprudencia, puesta en relación con la normativa comunitaria europea sobre protección ambiental, “deja claramente establecido que cuando unos terrenos están sujetos a algún régimen especial de protección sectorial, lo mismo que cuando concurren en ellos valores de los que la legislación urbanística considera merecedores de protección, resulta preceptiva su exclusión del desarrollo urbano y su clasificación como suelo no urbanizable de especial protección”.

Ecologistas en Acción se alegra de esta sentencia y se felicita por el resultado de casi ocho años de trabajo en los tribunales y en la calle para denunciar este proyecto que hoy el Supremo declara definitivamente ilegal. La sentencia ordena que los terrenos vuelvan a la situación inicial, algo que hubiera sido mucho más fácil de aplicar si se hubieran ejecutado provisionalmente las sentencias anteriores en lugar de imponerse una fianza de 41 millones de euros a las organizaciones ecologistas que denunciaron la ilegalidad. La lentitud de la justicia ha provocado que ahora parte del complejo turístico esté construido.

Marina Isla de Valdecañas ha sido uno de tantos proyectos especulativos ligados al ladrillo y con gran impacto en el territorio que se intentaban vender a toda costa a los vecinos de las localidades cercanas bajo el mantra del empleo, el progreso y el bienestar. Durante estos años, las compañeras y compañeros de Ecologistas en Acción de Extremadura se han visto atacados y amenazados, incluso han tenido que abandonar sus lugares de residencia por atreverse a denunciar este proyecto ilegal y este modelo de desarrollo para la zona, convencidos de que existen otras iniciativas que realmente supongan una alternativa sostenible para la zona. La sentencia del Supremo confirma que no todo vale, Ecologistas en Acción seguirá trabajando por un mundo rural vivo donde quepan sin duda proyectos verdaderamente sostenibles.