Su trabajo ha promovido la participación de población local, ha implicado a mancomunidades, funcionarios y funcionarias, pequeños empresarios, centros educativos… Gestión de residuos, energía, cambio climático, uso del agua, auditorías ambientales, movilidad, bicicleta, … son asuntos centrales para el ecologismo que el CRANA ha colocado en el centro de su agenda. El recorte de políticas ambientales se puede llevar por delante el CRANA y los procesos de participación que había puesto en marcha.
Por esto, desde el Área de Educación y Participación de Ecologistas en Acción no podemos dejar de denunciar este intento de cierre del CRANA. Con una acción así se abriría un futuro un poco más negro, más insensible a nuestra ecodependencia y más desconocedor de la crisis ecológica en la que estamos inmersos.
Necesitamos todas las fuerzas para hacernos conscientes de la magnitud de la crisis socioambiental y para enfrentarnos a ella. No tiene sentido mirar para otro lado. Necesitamos un cambio de modo de vida. Y para ir comprendiéndolo y asumiéndolo hacen falta procesos educativos como el que el CRANA ha desarrollado en estos años. Lo esencial no es ahorrar dinero, sino bienes naturales que tan necesarios son hoy y seguirán siéndolo en el futuro.