Ecologistas en Acción ha detectado una de las primeras consecuencias de la ausencia de política de ahorro de agua en la región en los bosques madrileños.

En Miraflores de la Sierra escasea el agua, las reservas del municipio no durarán más de un mes. A pesar de ello, los jardines se siguen regando. Al mismo tiempo a ocho kilómetros del casco urbano, se está construyendo “Los Pinarejos”, una urbanización de lujo que albergará 400 viviendas con jardines, piscinas, un campo de golf, centros comerciales, etc. El consumo de agua de esta nueva ciudad superará el consumo actual de la población de Miraflores.

Sin embargo, la planificación de este modelo urbanístico se está haciendo de espaldas a las reservas de agua. El resultado de esta situación se veía venir desde hace meses, el agotamiento de las reservas de agua en Miraflores era un hecho, por ello el Ayuntamiento sacó un bando recomendando el ahorro de agua. Las recomendaciones no han surtido mucho efecto.

Ahora para paliar el agotamiento inminente de las reservas de agua, el Canal de Isabel II, sin someterse a ningún tipo de procedimiento de evaluación ambiental, dado el carácter de urgencia (aunque la situación se conoce desde
hace meses) está reforzando el suministro al municipio. Las obras consisten en conectar las instalaciones que abastecen de agua a la plataforma del AVE Madrid-Valladolid, junto a la carretera M-610, y que llega desde el embalse de Santillana, al depósito de La Lobera en Miraflores.

Sin embargo, estas obras van a destruir una franja de dos kilómetros de largo por 6 metros de ancho de uno de los robledales mejor conservados del municipio, la Dehesa de Arriba e incluido en el Catálogo de Montes de Utilidad Pública de la Comunidad de Madrid. Las obras que se iniciaron sin ningún tipo de informe ambiental fueron paralizadas por las denuncias de la guardería forestal. Sin embargo, en menos de 24 horas, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio autorizaba la ejecución de las obras sin ningún tipo de condicionado ambiental.

La zona afectada es un robledal muy denso incluido en el Parque Regional de la Cuenca Alta del río Manzanares, como Zona A2. Esto significa que la Dehesa de Arriba es una de las zonas con mayores valores naturales del Parque Regional.

Ecologistas en Acción considera que existen otras alternativas, la acometida de las tuberías de conducción podían haberse llevado por los caminos públicos que rodean la Dehesa, sin haber afectado al robledal. El carácter urgente de la obra tampoco está justificado, la situación de escasez de agua se conoce desde hace meses. Por tanto el Canal de Isabel II podía haber previsto con más tiempo las obras y haber elegido, junto con Medio Ambiente, la alternativa menos impactante.

A juicio de Ecologistas en Acción, este es sólo el principio de las consecuencias de la mala gestión del agua que está desarrollando Esperanza Aguirre y su Gobierno. Efectivamente, de acuerdo a los criterios de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, ahorrar agua es tercermundista y, por ello, debe ser signo de desarrollo y modernidad destruir un monte protegido.