La promotora M.V.G Urbanismo y Gestión S.A. ha procedido a arrasar toda la vegetación de una amplia zona de Bahía Blanca. Este bosque, de 68.000 m2, era uno de los escasos bosques litorales que quedaban en el litoral de la Bahía de Cádiz, en este caso sobre el acantilado y playa de La Inmaculada, con magníficas vistas a la bahía y un alto valor ecológico tanto por la vegetación que sustentaba (pinares con matorral mediterráneo) como porque era hábitat de una importante población de camaleones. Todo un lujo para nuestra ciudad que sigue destruyéndose con alevosía y premeditación.

Entre la vegetación arrasada se encuentran especies autóctonas como acebuches y multitud de retamas.

La deforestación de Bahía Blanca es una historia lamentable de la que son responsables directos los alcaldes y concejales de Medio Ambiente y Urbanismo de la última década que han aprobado sucesivas modificaciones del PGOU para permitir la construcción de viviendas de lujo en la zona, y que han autorizado talas masivas para favorecer su urbanización. En septiembre de 2007 se talaron más de 500 árboles, con la autorización del entonces el concejal de Medio Ambiente Jose Ignacio Colón, incumpliendo las normas de protección del arbolado del PGOU y los compromisos públicos de los responsables municipales, que aseguraron reiteradamente que la urbanización de esta zona conllevaría sólo la tala de 9 árboles.

Tanto el convenio urbanístico suscrito con los propietarios de esta zona como en el mismo PGOU se incluyó como cláusula vinculante que el complejo urbanístico se construiría simultáneamente, tanto la urbanización de viviendas de lujo como el complejo hotelero. También se incluyeron normas que garantizaban la conservación de la totalidad de la vegetación forestal existente. Pero el ayuntamiento, para favorecer los intereses de la promotora M.V.G Urbanismo y Gestión S.A., está tramitando la modificación del PGOU para permitir construir una urbanización sin hotel, fomentando de nuevo la especulación urbanística y un modelo que genera muy poco empleo. Esta tala persigue eliminar impedimentos para su urbanización, ya que no se podrá invocar que exista vegetación ni especies protegidas: toda la vegetación ha sido eliminada y la población de camaleones destruida.

Lo más indignantes es que la mayor parte de la propiedad de este sector está en manos la SAREB –el banco malo-, o sea propiedad de una sociedad pública, lo que hace aún más rocambolesca la intención de seguir con un proyecto que nunca se tuvo que aprobar y que ha coadyuvado a la burbuja inmobiliaria que ha llevado a este país a la ruina. Caja Inmaculada, entidad que financió este proyecto urbanístico, se integró tras su quiebra en Caja 3, que recibió 407 millones de euros de dinero público para sanearla. Caja 3 se terminó integrando en Ibercaja, que ha pasado sus activos tóxicos a la SAREB

Ecologistas en Acción exige al alcalde de El Puerto y a las concejalas de Urbanismo y Medio Ambiente que expliquen las causas de esta tala, el por qué se ha autorizado o, caso contrario, por qué la han permitido en contra de lo previsto en el PGOU y en los compromisos de Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de conservar las masas forestales del municipio.

Ecologistas en Acción lamenta que este nuevo intento de revitalizar la especulación urbanística se haya hecho a costa de destruir de nuevo un bosque litoral en nuestro municipio.

Tres fotografías, dos vistas generales del terreno que ha sido arrasado, y una de un acebuche talado.