La plataforma Salvar la Playa considera que la reordenación del frente marítimo de Santa Cruz de La Palma constituye una actuación de la máxima relevancia que en ningún caso debe decidirse sin contar con la opinión de los vecinos. Los componentes del colectivo llevan bastante tiempo en esta brega. Como grupo en defensa del entorno de la capital se articularon hace más de 13 años para impedir que la playa de El Roque sucumbiera bajo el cemento.

Ahora, con motivo del anteproyecto que pretende modificar toda la orilla atlántica de Santa Cruz de La Palma, vuelven a la carga con nuevas propuestas. Entre las mismas figuran las vinculadas con la recuperación y regeneración de los dos arcos de playas originales de la Avenida Marítima.

Frente a ese tramo costero sugieren un sistema de protección de la fachada urbana oceánica de los embates marinos «a base de diques sumergidos», explica el portavoz de la aludida plataforma cívica, Francisco Concepción. Para ello, detalla, «proponemos un sistema más integrado y ecológico» que imita «los arrecifes coralinos».

Este tipo de acciones se han realizado en otros puntos del planeta con un resultado satisfactorio pues esta barrera consigue que amaine la ola y favorece la renovación de la arena.

En el horizonte de la última playa histórica de Santa Cruz de La Palma se presentan negros nubarrones. En el avance o borrador del Plan Director del futuro paseo marítimo se contempla su sepultura, según el portavoz de Salvar la Playa, Fran Concepción. Esta cala, encajonada entre el espaldón del puerto y el aparcamiento de terrenos ganados al mar, mide unos 100 metros de arena negra. La propuesta clave del citado colectivo es sellar el vertedero de Barranco Seco con la construcción de otro recinto portuario comercial y dejar el muelle actual para atraque de viajeros.