Ecologistas en Acción vuelve a presentar alegaciones a la Estrategia Extremeña sobre el Uso de Venenos. Desgraciadamente sólo con la aparición de un lince envenenado recién soltado en 2014 en la zona de Valencia de las Torres ha acelerado su aprobación. Una Estrategia que si bien es mejor que nada, recupera la unidad canina que fue despreciada a principios de esta legislatura (haciéndonos perder un tiempo precioso), nace tocada en su espíritu.

Tras lo que se supone es la persecución y eliminación de una lacra en una sociedad avanzada y con una conciencia ambiental aceptable, de un delito ambiental como es el envenenamiento y la muerte de fauna protegida. En vez de eso, detrás del espíritu de esta estrategia está la culpabilización de la fauna, de cualquier animal que no sea cinegético o ganadero… de su propio envenenamiento, disfrazado tras el denominado “Control de depredadores”. Control de depredadores, que no es más que el fruto del fracaso del modelo cinegético actual, intensivo, insostenible y desequilibrador del medio natural. Con una visión más propia de las arcaicas Juntas de Alimañas o del Icona más oscuro…

Esta estrategia es fruto del mal denominado “Control de depredadores” y mientras los gestores y la propia administración sigan con este discurso, mal lo llevamos. ¿Cuántos años lleva el sector cinegético culpabilizando al zorro de la disminución de la fauna cinegética? ¿Cuántos cientos de miles de zorros se han cazado en los últimos 30 años? y sin embargo se sigue diciendo que el problema de la caza son los depredadores. No contentos, el sector cinegético puso su punto de mira en el meloncillo, especie que ya se venía cazando ilegalmente en los últimos años, y la administración cede y levanta su protección. A todo esto se le suman los cientos de atropellos en carreteras y autovías de estos animales. Y sin embargo se les sigue culpabilizando, culpabilizándolos de la escasez de caza menor principalmente. Así en los cotos de caza menor su persecución es con todos los medios y en los cotos de caza mayor también y de forma absurda. ¿Nada tienen que ver el aumento del número de cazadores, la perfección y mejora de las armas de fuego, la simplificación del medio agrícola, la intensificación de las actividades agrarias y ganaderas, el aumento de los plaguicidas en el campo, la destrucción de los hábitats naturales… ?

Es por ello que hemos alegado que se elimine todo lo que tiene que ver con el Control de depredadores que no es propio de esta estrategia sino de otro tipo de estrategias.

Hemos pedido que se recoja también la necesidad de aumentar las multas por envenenamientos o utilización de métodos prohibidos de cazar o dar muerte de la fauna, aumentar los tiempos de suspensión de aquellos cotos donde se produzcan estos hechos, o de suspender las ayudas de la PAC totalmente a aquellas explotaciones agrícolas que utilicen venenos.

Que se apoye la creación de muladares también para buitre leonado (y no sólo de negro como hasta el momento). Ya que aunque se haya rebajado la legislación sanitaria para dejar animales muertos en el campo, en la provincia de Badajoz escasean este tipo de instalaciones.

Que se recoja un modelo de presupuesto de aplicación de la estrategia. Ya que no va acompañado de una memoria económica que garantice su aplicación.

Reclamamos que se publique mensualmente en la web de la Consejería de Medio Ambiente en un apartado dedicado exclusivamente al programa de venenos: los datos sobre casos de venenos detectados, fecha del incidente, especies afectadas, término municipal, coto afectado… para dar transparencia y públicamente sea rechazable con el fin de crear una opinión social contraria a este delito.

Que siempre se empleen los medios de comunicación para informar sobre casos de venenos y se denuncie públicamente la lacra que esto supone para el medio ambiente. Que se cree una imagen de campaña que vaya siempre asociada estos comunicados.

Que en el control y vigilancia, el número de agentes del medio natural sea el suficiente y adecuado cubriéndose al máximo el número de plazas y sus bajas. Y que se garantize al máximo su actuación como policia judicial.

Que se estudien líneas de ayudas para la modificación de infraestructuras agroganaderas que sean necesario modificar para evitar daños repetidos por las mismas causas.

Que se recoja la posibilidad de ayudas, compensaciones o indemnizaciones para el caso de especies en peligro de extinción que puedan provocar daños en la ganadería como pueda ser el lobo en su camino recolonizador por el norte de Extremadura.