Un año más, con la primera ola de calor del verano, el incremento de las temperaturas y el tráfico motorizado han provocado que se disparen los niveles de ozono en la ciudad de León y en toda la provincia, al igual que en el resto de Castilla y León.

Con la actual ola de calor y las emisiones del tráfico y de las centrales térmicas de carbón de La Robla, Compostilla y Anllares, el pasado miércoles 24 de junio, se superó en La Robla, León y Ponferrada la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar daños a la salud, establecida en 100 microgramos de ozono por metro cúbico de aire (100ug/m3) como promedio en 8 horas consecutivas.

Ayer jueves la situación empeoró al rebasarse el objetivo legal para la protección de la salud (120 ug/m3 en 8 horas) en las estaciones de la Robla y León, en esta última, situada en el Coto Escolar, también se rebasaba ese nivel el martes. Aunque la Junta de Castilla y León no publica información en tiempo real sobre la calidad del aire, la situación es probable que tienda a agravarse en los próximos días con el ascenso de las temperaturas máximas hasta cerca de 40 grados centígrados, según las previsiones meteorológicas.

Ecologistas en Acción advierte que podría repetirse la situación vivida al final de agosto de 2013, cuando en un fin de semana se llegó a superar no sólo el objetivo legal para la protección de la salud, sino incluso el umbral de información a la población (180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire en una hora), superación que obliga a las autoridades a advertir a las personas más sensibles a la contaminación atmosférica, tales como niños, ancianos, mujeres gestantes o personas con problemas respiratorios, de que se protejan evitando en las horas centrales del día cualquier esfuerzo físico y los ejercicios al aire libre. También deben informar sobre la previsión de evolución de la contaminación, las áreas afectadas y la duración del episodio.

No obstante, en aquella ocasión dicho aviso se omitió, por no haber nadie el fin de semana al cargo de la situación, a pesar del incremento progresivo de los niveles de ozono a lo largo de la semana anterior. Incremento que también se ha dado esta semana en León y provincia, por lo que el episodio puede repetirse, de no adoptarse medidas informativas y preventivas básicas como informar en tiempo real de los datos de ozono suministrados por las estaciones que miden este contaminante en la provincia, o recomendar a la población sensible que adopte las medidas de autoprotección señaladas.

Para evitar la reiteración de estas situaciones, los ecologistas demandan al nuevo Ayuntamiento políticas urbanísticas y de movilidad que reduzcan drásticamente el uso del automóvil privado, fomentando el transporte público, la bicicleta y el tránsito peatonal, así como la elaboración de un Plan de Acción que restrinja la circulación de automóviles cuando se prevea alcanzar niveles como los actuales.

Desde el pasado 1 de abril, en que comienza el periodo de riesgo, en la ciudad de León y en la provincia se han producido superaciones de los objetivos de ozono establecidos por la normativa europea y española o por la OMS, lo que sin duda está dañando la salud de la población, en especial de las personas más sensibles a la contaminación, tales como niños, ancianos, mujeres gestantes o personas con problemas respiratorios y cardiovasculares.

La OMS estima en 2.000 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de la exposición a estos niveles de ozono.