El próximo 26 de septiembre ciudadanos de toda la cuenca del Tajo, tanto en España como en Portugal, saldrán a la calle para exigir a las administraciones competentes una gestión del agua y el territorio que permita revertir el grave deterioro que sufren el Tajo y otros ríos de la cuenca, para lo que es indispensable el cese del trasvase Tajo-Segura.

Los colectivos, municipios e instituciones convocantes, agrupados en la Red Ciudadana por una Nueva Cultura del Agua en el Tajo/Tejo y sus Ríos, rechazan con rotundidad la próxima aprobación del nuevo Plan Hidrológico de la Demarcación del Tajo para el período 2015-2021. Este plan da continuidad a la mala gestión del río que supone el Plan actualmente vigente, plan que ha sido recurrido por colectivos de la Red ante los Tribunales españoles e instituciones europeas.

Además, el nuevo Plan asume servilmente la pérdida de la prioridad de la cuenca del Tajo y de sus ciudadanos, reconocida por Ley, otorgándosela a los usuarios del trasvase Tajo-Segura. Acepta que la gestión del río está sometida a las necesidades del Trasvase y, como consecuencia, que el Tajo y sus afluentes no tendrán un régimen de caudales ecológicos obligatorio al menos hasta 2027. Los convocantes denuncian que la nueva política europea de aguas no se aplica al Tajo y resto de ríos de la cuenca, que continúan prisioneros de una gestión hídrica anclada en postulados del siglo XIX.

Los convocantes consideran inadmisible la continuidad del trasvase Tajo-Segura por la fuerte presión que supone y la forma en que condiciona la gestión de toda la cuenca. Su permanencia y nuevas reglas de explotación, que derivan del llamado Memorándum del Tajo, afianzan el expolio del río, como demuestra la campaña de trasvases de los últimos meses cuando las reservas en la cabecera del Tajo están por debajo del 14%, con graves afecciones para los pueblos ribereños.

Además, la ausencia de un régimen de caudales ecológicos adecuado agrava los problemas que la cuenca del Tajo comparte con otros ríos de la Península y que derivan de la falta de depuración, sobreexplotación por regadíos y usos hidroeléctricos y energéticos, vertidos y extracciones ilegales, pérdida de continuidad fluvial por infraestructuras o la reducción de las aportaciones naturales derivadas del efecto del cambio climático.

Se han convocado concentraciones y diversos actos a lo largo de toda la cuenca del Tajo, en lugares como Sacedón (Guadalajara), Aranjuez (Madrid), Toledo, Carpio de Tajo y Talavera de la Reina (Toledo), Candeleda (Ávila), El Gordo (Cáceres) y otras once localidades portuguesas entre las que se incluyen Abrantes, Santarem y Lisboa, abarcando así a cuatro comunidades autónomas y dos países. Esto es una prueba del entendimiento y el fortalecimiento que se genera entre los ciudadanos cuando se trata de defender el patrimonio común, en este caso una demarcación internacional, como es la del Tajo.

Al finalizar cada uno de los actos se leerá un Manifiesto, que hasta ahora han suscrito más de 150 organizaciones, ayuntamientos y colectivos de la cuenca del Tajo de los dos países, así como numerosos colectivos de otras zonas del país, y que continúa abierto a recibir más adhesiones hasta el próximo 29 de septiembre. El manifiesto se entregará a la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente el próximo 30 de septiembre con motivo de la reunión del Consejo Nacional del Agua que tiene previsto dar su visto bueno al nuevo Plan Hidrológico de la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Tajo.

En el manifiesto, los colectivos y ciudadanos del Tajo reclaman, entre otros puntos: el establecimiento en el Tajo, y en todos los ríos de la cuenca, de un régimen obligatorio de caudales ecológicos real que permita recuperarlos como ríos Vivos y medioambientalmente sanos; la finalización del trasvase Tajo-Segura; la mejora de la depuración de las aguas residuales en toda la cuenca del Tajo, especialmente en la Comunidad de Madrid; una explotación hidroeléctrica en Extremadura que permita la llegada a Portugal de un régimen adecuado de caudales ambientales en el Tajo, y que se reduzca y elimine la contaminación de todo tipo en el río, incluida la radioactiva; la mejora de la gestión del río en la parte portuguesa.