Se cumplen este año 64 [1] desde la creación del Polígono de tiro y bombardeo de las Bardenas. Tuviera que pensarse que la Navarra de hoy nada tiene que ver con la de los orígenes de esta instalación. Pero si antes era la dictadura de Franco la que imponía silencio, ahora es el dinero el que calla conciencias y compra silencios.

Son demasiados años ya sufriendo las consecuencias de esta instalación militar. Consecuencias directas que no sólo sufren parte de los pueblos congozantes de Bardenas, sino media Navarra y una parte extensa de Aragón porque los vuelos de los aviones militares han causado molestias y accidentes por toda esta amplia geografía. Consecuencias también directas de esta instalación son las intervenciones militares en otros países donde se han utilizado los equipos y material bélico ensayado aquí.

Comprobamos lamentablemente como el Ministerio de Defensa utiliza con fuerzas terrestres caminos y terrenos colindantes al Polígono de Tiro, ampliando su campo de acción sobre algo que no les está cedido. A su vez, aumentan los días en los que se entrena con munición real. Son concesiones que ha ido permitiendo la Junta de Bardenas al Ministerio de Defensa. Una Junta de Bardenas que no defiende el territorio ni lo promociona: recordemos que la Junta Rectora del Parque Natural de Bardenas solamente se ha reunido una vez desde 1999, algo inaudito en un parque natural.

Hoy el polígono de tiro supone un freno al desarrollo local. Esta instalación es incompatible con los usos turísticos y de promoción de los valores naturalísticos que encierran las Bardenas. Podemos comprobar como por la utilización de espacios en Bardenas para el rodaje de spots publicitarios o de películas o, como recientemente, para el rodaje de una conocida serie de televisión se obtienen grandes beneficios económicos. No es necesario el dinero del Ministerio de Defensa. Lo que hacen falta son voluntades que sepan ver con inteligencia que es posible el desarrollo de una zona que puede tener en Bardenas su gran y verdadero motor. Para eso hacen falta buenos gestores que sin miedo quieran gobernar su futuro. Sin embargo existen muchos congozantes y pueblos representados en la Junta de Bardenas que aceptan esta instalación militar como un mal menor y que ven en los dividendos anuales que reciben una bocanada de aire fresco para las exiguas economías de los ayuntamientos.

Hace menos de 64 años la inmensa mayoría de la población local pensaba que las Bardenas eran un terreno prácticamente estéril. Hoy se han convertido en una maravilla natural considerada Parque Natural y declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Hoy muchas personas y muchos ayuntamientos siguen pensando que ya no se puede avanzar más en el desarrollo económico y de divulgación de las características inigualables de este territorio. Y lamentablemente este pensamiento equivocado es heredero de aquel.

A las molestias, accidentes y peligros del Polígono se suman los de otra cercana instalación militar: El Aeródromo militar de Ablitas. El Ministerio de Defensa debe desmantelar ambas instalaciones. En relación al Polígono de Tiro, no hay dinero que compense el peligro de que cualquier día un caza bombardero se estrelle en una población o de cualquier otro accidente. Recordemos como por ejemplo hace unos años un avión militar se estrelló a escasos cientos de metros del casco urbano de Ejea de los Caballeros o como este verano resultaba herido de gravedad un turista que transitaba por el camino perimetral del Polígono. Y respecto al Aeródromo, nadie nos puede librar que un día un avión de carga se estrelle en cualquier nave de los polígonos industriales o del Hospital o del núcleo urbano de Tudela. Esos son los juegos de la guerra que algunos no queremos cerca. Juegos de la guerra que a veces nos vomitan imágenes en los telediarios sobre refugiados y muertos. Juegos de la guerra sobre los que todos debemos reflexionar.

Notas

[1] El Polígono de Tiro se crea el 9 de junio de 1951.