Activistas de los cinco continentes se reúnen hoy en París en el mayor encuentro internacional de este tipo, organizado con motivo del día internacional contra el fracking y en coincidencia con la cumbre del clima. En el encuentro se escuchan las voces de las experiencias de resistencias a esta actividad en diversos rincones del planeta. Allí donde surge un proyecto de fracking, aparece de forma inmediata un movimiento social de contestación. Durante este encuentro se discuten estrategias de respuesta que se han ido mostrado efectivas a la hora de frenar esta actividad y se coordinarán acciones internacionales para el futuro a corto plazo

Con ocasión del cuarto Global Frackdown, que este año se ha celebrado durante todo el mes de noviembre, 1.250 organizaciones de más de 60 países han dirigido una carta a los líderes mundiales para pedirles que en París acuerden una prohibición global al fracking y dejen los combustibles fósiles en el subsuelo, de acuerdo con lo que la ciencia establece para garantizar que la temperatura a final de siglo no aumente por encima de 2ºC.

Lejos de esto, los líderes mundiales reunidos en la cumbre del clima, la COP21, están a punto de aprobar un acuerdo que plantea una imposible huída hacia delante por la misma senda fósil que nos ha traído hasta aquí. La quema de combustibles fósiles es la principal causa de cambio climático. Sin embargo el acuerdo de París, que pretende marcar la ruta de la lucha climática a partir de 2020, ni siquiera menciona los combustibles fósiles. Las presiones de los países ricos han posibilitado que el acuerdo elimine las mención a la descarbonización de la economía hacia la segunda mitad del siglo. Es decir, los países se comprometen en teoría a reducir el aumento de temperatura, pero no a dejar de quemar petróleo, gas y carbón. Esta cuadratura del círculo da un balón de oxígeno a la continuación de los planes de explotación de hidrocarburos cada vez más extremos, entre ellos los extraídos mediante fracking, y hace planear la amenaza de una oleada de iniciativas de geoingeniería y otras falsas soluciones que pretenderán limitar las emisiones mediante técnicas de captura de carbono. A la luz de esta interpretación se entiende la insistencia de algunos países por introducir en el acuerdo términos como «neutralidad climática» o emisiones «netas cero».

Ecologistas en Acción se suma a este encuentro internacional para denunciar el apoyo que el Gobierno español está brindando al fracking con los cambios legislativos que han permitido sentencias del Tribunal Constitucional contrarias a las prohibiciones establecidas en algunas comunidades autónomas. En dicho encuentro se alertará al movimento internacional contra el fracking sobre la inminente amenaza que se cierne sobre el norte de Burgos, donde están a punto de emitirse las declaraciones de impacto ambiental de los primeros doce pozos exploratorios de nuestro país. De ser positivas dichas declaraciones, la empresa BNK Petroleum podría empezar a perforar de forma inminente.

La solidaridad internacional entre colectivos ciudadanos contra el fracking en todo el mundo se ha demostrado como una de las grandes fortalezas de este movimiento, que ha celebrado cada detención o moratoria como una victoria propia.

Ecologistas en Acción ha aprovechado la COP21 para presentar un libro coordinado por la organización: Resistencia global al fracking, con 15 experiencias de resistencia en todo el mundo.