El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por algunos medios de transporte y algunas industrias. Por inhalación, provoca un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares.

La OMS estima en 1.800 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados el pasado verano en Navarra. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y parques urbanos y reduciendo la productividad de los cultivos.

Ecologistas en Acción denuncia que entre 2013 y 2015 se ha incumplido el objetivo legal de protección de la salud establecido para el ozono en la zona de la Ribera. El Gobierno de Navarra está obligado a adoptar medidas estructurales sobre el tráfico y la industria para mejorar la calidad del aire que respiran 189.146 navarros (Datos ofrecidos por Gobierno de Navarra para la zona de medición “Ribera”).

Se define el valor objetivo como el “nivel de un contaminante que deberá alcanzarse, en la medida de lo posible, en un momento determinado para evitar, prevenir o reducir los efectos nocivos sobre la salud humana, el medio ambiente en su conjunto y demás bienes de cualquier naturaleza”. El valor objetivo octohorario para la protección de la salud humana es de 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire (μg/m3), que no deberá superarse en más de 25 días por cada año civil, de promedio en un período de 3 años.

Las estaciones de control de la contaminación atmosférica de referencia donde en el último trienio se ha superado el objetivo legal de ozono más de 25 días por año de media ha sido Tudela con 35 superaciones.

Asimismo, entre 2010 y 2014 se ha incumplido el objetivo legal de protección de la vegetación establecido para el ozono en las estaciones medidoras de Funes, Olite y Tudela.

La Ley estatal de calidad del aire establece que las comunidades autónomas adoptarán planes de mejora de la calidad del aire para alcanzar los objetivos establecidos, en las zonas en las que los niveles de uno o más contaminantes regulados superen dichos objetivos, como es el caso de las indicadas en Navarra. Se trata de una medida obligatoria para las autoridades autonómicas, que de ninguna manera se puede entender como una decisión discrecional, y es independiente de las iniciativas que pueda adoptar el Gobierno central

Por ello, Ecologistas en Acción de Navarra ha registrado formalmente una petición para que el Gobierno de Navarra ponga en marcha los planes de reducción de ozono, con la finalidad de evitar que esta lamentable situación se repita en años próximos. Planes que deben pasar por la reducción del intenso tráfico urbano e interurbano que soportan las principales ciudades, manteniendo un modelo de ciudad compacta y promoviendo el uso de medios de transporte limpios como el autobús, la bicicleta o la marcha a pie. Así como el control sobre los diferentes focos que son origen de los contaminantes precursores del ozono.

Los focos de emisión de contaminantes precursores del ozono troposférico que afectan a la Ribera son muchos y variados: Las siguientes vías con altísimo tráfico de vehículos a motor; N-232/A-68, AP-68, AP-15, N-121, N-113 y N-134. Además, La Ribera se ve afectada por las emisiones provenientes de las centrales de ciclo combinado de Castejón. Además, esta zona se encuentra rodeada por importantes núcleos urbanos: Zaragoza, el más importante de ellos por número de habitantes, vehículos y diferentes centros de emisión, Pamplona y Logroño. Además, esta zona puede verse afectada por las emisiones que producen: Los aeropuertos de Zaragoza, Pamplona y Logroño. Así como las emisiones provenientes de los aviones que sobrevuelan el Campo de Tiro y Bombardeo de las Bardenas Reales de Navarra y los que también realizan maniobras en el Aeródromo Militar de Ablitas. Se hace necesario, por tanto, un Plan de Estudio sobre el origen del ozono troposférico que afecta a esta zona de Navarra, atendiendo a los diferentes orígenes de los contaminantes precursores.

En la zona de la Ribera la colocación de todas las estaciones medidoras atienden, en principio, a la problemática del ozono. Entendiendo como mayor foco de los contaminantes precursores las Centrales Térmicas de Castejón. Pero no existen en toda la zona estaciones medidoras de la calidad del aire que atiendan a otras problemáticas. Problemas como los derivados de los NOx y los hidrocarburos emitidos por los vehículos a motor en los núcleos urbanos de importancia.

Ecologistas en Acción de Navarra alerta que el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire, exige que al menos una estación medidora de cada zona se coloque en zona urbana, y en la Ribera no hay ninguna. Tudela cuenta con 35.062 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística con datos de 2014, y obligatoriamente, para cumplir con la legislación se tendría que colocar una estación más en el centro de la capital ribera. Esta estación de Tudela debería medir: NO2, PM10, PM2,5, benceno, benzopireno y metales pesados (estos últimos dos por mediciones aleatorias, durante una parte del año).

Además, se ha solicitado que la información recogida por las estaciones medidoras se haga pública en el momento real a través de paneles públicos o aplicaciones para móviles.