Ecologistas en Acción viene valorando de forma negativa desde hace años hasta la actualidad los numerosos fondos públicos destinados a eventos taurinos por diversas entidades públicas. Los motivos son por una parte que las administraciones públicas no deben promocionar el maltrato de animales y por otra parte la escasa rentabilidad social y económica de estas inversiones y subvenciones.

Otro ejemplo reciente de esta falta de rentabilidad social lo tenemos en las cifras de visitas al Museo Taurino de Córdoba. Ya en su tiempo Ecologistas en Acción denunció los más de 5 millones de euros que se destinaron a la remodelación de este centro.

Según datos aportados recientemente por el Ayuntamiento, el Museo Taurino tuvo 28.578 visitas en el año 2015-caída del 19,1% respecto al 2014-. Lo que ocurrió el año 2014 es que se inauguró el museo y durante más de un mes la entrada fue gratuita. Reabrió tras su reforma, que costó un fortunón, y nueva musealización en abril de 2014, recibiendo ese mes casi 19.200 visitas.

Para Ecologistas en Acción esta bajada de visitas es significativa de un hecho: el Museo Taurino es un museo de consumo interno que poco interesa a nuestros visitantes, cada vez más concienciados con los derechos de los animales.

Se destaca que a pesar de la subida del turismo en Córdoba en los últimos años, en los años 2000 y 2001 los visitantes en el viejo y destartaldo museo Taurino, eran de casi 35.000, superando ampliamente las visitas del 2015.

Si dividimos por 300 días de apertura no llega ni a 100 personas diarias en 2015, más exactamente 95 personas por día. Suponiendo una apertura media diaria de 10 horas, entrarían unas nueve personas a la hora. Recordemos la derrochadora campaña publicitaria que desarrolló el exalcalde Nieto y el concejal Moreno en los meses previos a la inauguración del museo acompañada de numerosas actividades. Hasta trajeron a la dimitida Esperanza Aguirre a dar el pregón taurino en el Circulo de la Amistad.

El día de la inauguración se vendió el museo como un nuevo paradigma en la
captación de turistas y pernoctaciones para la ciudad por la anterior corporación.

Desde Ecologistas concluyen que el turismo apuesta por otro tipo de museos más relacionados con la cultura contemporánea; asimismo el ciudadano actual está muy sensibilizado con los derechos de los animales y estas instalaciones le parecen recuerdos de una España negra que por suerte está dando su último canto de cisne.