Ecologistas en Acción ha tenido conocimiento de que la peña de cazadores Las Trancas (Puente de Domingo Flórez) participó presuntamente los días 20 y 21 de febrero en una montería en la que se abatieron 46 jabalíes, en terrenos de Llamas de Cabrera, Municipio de Benuza, (coto LE-10756, cuyo titular es la Junta Vecinal de Llamas de Cabrera, arrendado al Club Deportivo de Cazadores y Naturalistas de la Cabrera), y ha solicitado información al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

El número de animales que se permitió matar parece excesivo y cuestiona el respeto a los principios de uso razonable y regulación equilibrada desde el punto de vista ecológico de las especies sometidas a aprovechamiento cinegético (art. 14 del Decreto 32/2015, de 30 de abril, por el que se regula la conservación de las especies cinegéticas de Castilla y León). Hay que tener en cuenta que las poblaciones de jabalíes fluctúan mucho y que una gestión cinegética irresponsable puede romper la estructura de las piaras, siendo la escasez de estos animales perjudicial para sus depredadores naturales, que al no poder alimentarse de fauna salvaje, intentan acceder a presas más fáciles como el ganado para poder sobrevivir.

Igualmente ponemos en duda el número de cazadores autorizados a participar en esta cacería, y la correcta señalización de la misma, para evitar accidentes con víctimas como los que cada año se suceden en todo el territorio y especialmente en el Bierzo, donde las últimas temporadas se han saldado con accidentes mortales: 2015 en Trabadelo, 2014 en Valdefrancos, 2013 en Oencia, 2012 en Tejedo, 2010 en Sobrado…

Es por ello que exigimos a la administración competente que cumpla con su deber de controlar de forma estricta el cumplimiento de la legalidad en el ejercicio de la caza, dotando las cacerías del personal que sea necesario: agentes forestales y celadores de medio ambiente.

Ecologistas en Acción de la provincia de León quiere iniciar, con la petición de información hoy presentada, una campaña que sirva para denunciar el descontrol, los incumplimientos y los abusos en el ejercicio de la caza: falta de publicidad de las batidas, delimitación imprecisa de la zona donde se lleva a cabo la cacería, participación de más cazadores de los autorizados, corte de caminos públicos, disparos en caminos (incluso carreteras), falta de vigilancia por parte de los agentes medioambientales, la no realización de análisis toxicológicos a la persona que dispara y mata a otra, …Incumplimientos y abusos que son demasiado frecuentes en una actividad que, además de comprometer la supervivencia de especies amenazadas, es incompatible con el uso y disfrute de la naturaleza por las personas “no cazadoras”, que somos la mayoría.