Firma la petición: Paremos la destrucción de una de las pocas playas sin construir de Andalucía

El plan Parcial TH- se aprobó el 24 de noviembre de 2004, pero no fue aceptado entonces por la Junta de Andalucía al no ajustarse a derecho, siendo aprobado definitivamente el 1 de julio de 2010.

A instancias de uno de los promotores propietario de dos parcelas, el Ayuntamiento divide el proyecto en dos mitades en Julio del 2015, sin que se tenga constancia de que se cuente con el visto bueno de la Junta de Andalucía.

Por lo tanto ha sido aprobado después de la entrada en vigor de la Directiva 2001/42/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de junio de 2001, relativa a la evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente, y la Ley 9/2006, de 28 de abril sobre evaluación de los efectos de determinados planes y programas en el medio ambiente. En consecuencia este planeamiento se tiene que someter a un procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica. Ya el Tribunal Supremo ha invalidado planes urbanísticos similares por no someterse a este procedimiento de Evaluación Ambiental.

Hace un mes Ecologistas en Acción advirtió a la Delegación Territorial de Granada de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de esta circunstancia, donde se le solicitaba que vigilara por el cumplimiento de la legislación vigente, como responsable última de la Ordenación del Territorio y a la que se pedirá cuentas si este desaguisado continúa.

La zona está considerada como inundable y de hecho con las últimas lluvias ya se inundó. El impacto ambiental es monstruoso. Las vistas sobre el peñón y el castillo (declaradas por Cultura Bien de Interés Cultural) desaparecerán para siempre, en una clara burla al BIC y a todos los ciudadanos. Desfigura totalmente la imagen que se vende de Salobreña para su promoción turística.

Se machaca una vega riquísima y se destroza una de las pocas playas sin construcciones de Andalucía, para un supuesto desarrollo que no se va a producir, ya que los propietarios, antes de construir, deben cumplir una serie de condicionantes para urbanizar la zona (viales, aparcamientos públicos, parque público, carretera nueva de acceso a la carretera nacional, etc.) que no van a hacer porque no es rentable.

Ahora mismo la imagen que da Salobreña ante el mundo es penosa. Agricultores trabajando la tierra y, junto a ellos, enormes máquinas destrozando una vega única. La fértil tierra de la vega está acabando en la playa, que se convertirá en un barrizal cuando se moje por la lluvia o por las olas.

Que no engañen a los salobreñeros: no va a haber hoteles, pero se va a destrozar una vega única y aniquilar una de las mejores playas de la provincia.