La Comisión no ha conseguido que se alcance la mayoría cualificada necesaria para la aprobación de su propuesta para autorizar el glifosato otros 9 años más en todos los usos (profesionales y no profesionales, en agricultura y en cuidado de jardines). Aún no hay publicación oficial, pero la noticia aparece en varios medios europeos y ha sido confirmada por personas presentes en la votación.

La idea de la Comisión era que el Comité Permanente de la Plantas, Animales, Alimentos y Piensos, que se ha reunido estos dos últimos días, aprobara su última propuesta de reautorización con la mayoría cualificada necesaria. Para esta mayoría son necesarios los votos de los representantes de al menos el 55% de los estados miembro (lo que supone 16 países), que al mismo tiempo representen a más del 65% de la población europea.

Pero no lo ha conseguido. Según nos indican los votos han sido los siguientes: 19 Estados miembro (España entre ellos) han votado a favor de su propuesta, 7 se han abstenido, pero dos de los más poblados, Francia e Italia, han votado en contra de la aprobación del glifosato.

Según las fuentes presentes en el Comité, ésta ha sido una votación “tensa” en la que los representantes de la Comisión han perdido la paciencia con los continuos cambios en la decisión de voto de algunos países. Es el caso de Alemania que se ha debatido entre la abstención y apoyar la propuesta de la Comisión, o Italia, que dudaba entre la abstención y la oposición a la propuesta.

Sin duda, la causa de los cambios de opinión de última hora de estos países ha sido la presión de la población europea sobre sus respectivos gobiernos. De no haber existido esta oposición, la aprobación de este herbicida probable cancerígeno y disruptor endocrino se habría conseguido sin apenas ruido.

Esta es la segunda ocasión en la que la Comisión intenta que se apruebe la reautorización del glifosato (ya lo intentó, sin resultado, el pasado mes de marzo). Y por segunda ocasión, no consigue que los estados miembro apoyen la prórroga de la autorización de este herbicida en Europa.

Quizá ha llegado el momento de que dejen de intentar aprobar una sustancia cuya prohibición quieren dos tercios de la población europea y que contamina el cuerpo del 99% de la población.

Quizá así evitemos que el glifosato no se encuentre en las aguas, suelos y alimentos europeos. Y en nuestros cuerpos: por poner un ejemplo, el glifosato se encuentra en el 100% de las muestras de orina de los 48 eurodiputados que se prestaron a realizar el análisis (Ver noticia). De media, los eurodiputados presentaron 1,7microgramos/litro de glifosato, una cantidad 17 veces superior a la permitida en la normativa europea de agua para consumo.

Ahora, a la Comisión se le presentan diversas opciones de actuación. Por un lado, puede esperar y no actuar hasta que finalice el periodo de autorización, el próximo 30 de junio. A partir de ese momento, el glifosato dejará de poder utilizarse aunque con un periodo de gracia de 6 meses, para eliminar el producto del mercado. Con esta decisión, la Comisión no “cargaría” con la culpa de aprobar un tóxico que genera tanta discordia.

Por supuesto, las empresas de pesticidas, que solicitaron la reautorización de uno de sus productos estrella, podrían demandar a los estados miembro por oponerse a su comercialización, cosa que la Comisión sabe. Pero, según un oficial de la Comisión entrevistado por el medio de comunicación “Politico” “Si los estados miembro no están preparados para responsabilizarse de esta decisión (de aprobar el glifosato), deberán responsabilizarse de las demandas”

La Comisión tiene otra posible opción: acudir al Comité de apelación, presidido por la propia Comisión y en el que también votan representantes de los estados miembro (pueden ser de mayor nivel que los del Comité PAFF) y con las mismas normas de mayoría cualificada. Todo este proceso dura 6 semanas, es decir, habría plazo suficiente para realizarlo.