Con las olas de calor que ha venido encadenando el centro de la Península Ibérica, el intenso tráfico motorizado que soporta el área metropolitana de Madrid y el sur de la provincia de Segovia ha provocado que se disparen los niveles de ozono de manera generalizada en la capital segoviana y en la Sierra de Guadarrama, en los últimos días.

En el primer mes del verano, desde el 21 de junio, se ha superado en 26 días la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para proteger la salud humana en relación a la contaminación por ozono troposférico. Dicha recomendación está establecida en 100 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, medidos en periodos de 8 horas, que no deberían superarse ningún día a lo largo del año.

Cuando todavía faltan dos meses para la finalización de verano, considerado por su elevada insolación el periodo con más riesgo de formación del ozono, la estación de control de la contaminación de la ciudad de Segovia acumula ya 46 días por encima de la recomendación de la OMS, entre ellos 10 días en los que ha superado también el más laxo objetivo legal establecido para este contaminante, que la normativa española eleva hasta 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, medidos en periodos de 8 horas, que no se debe sobrepasar más de 25 días al año en el promedio de tres años.

En el periodo 2013-2015, dicho objetivo legal se superó en Segovia en una media de 29 días al año. Se trata de una situación preocupante que afecta a los 250.000 habitantes de la Montaña Sur de Castilla y León, que abarca el sur de las provincias de Salamanca, Ávila y Segovia, una de las cuatro zonas de la Comunidad incumplidoras en ese periodo, sin que la Junta de Castilla y León haya elaborado el preceptivo Plan de Mejora de la Calidad del Aire que reduzca la contaminación por ozono que afecta cada verano a la población y los espacios naturales protegidos de Segovia y la Sierra de Guadarrama.

El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias. Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares.

La Organización Mundial de la Salud estima en 1.800 los fallecimientos prematuros en España producidos cada año como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados el pasado verano y en el último mes en Segovia y Castilla y León. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y parques urbanos y reduciendo la productividad de los cultivos.

Para abordar el problema de la contaminación por ozono troposférico en Segovia, se ha celbrado una charla informativa en el Centro Cultural San José, con la participación de Miguel Ángel Ceballos, responsable estatal de la campaña de ozono de Ecologistas en Acción.

Incidencia del ozono en Segovia