El día 26 de julio los titulares de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) notificaron al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el incumplimiento sistemático de las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) durante una semana. A pesar de la gravedad de este hecho, el CSN ha calificado el suceso, de forma provisional, como fuera de la escala de sucesos nucleares.

Las ETF son claves para la seguridad de las centrales nucleares porque marcan los parámetros a los que debe funcionar la central, así como los protocolos de acción necesarios en las operaciones de mantenimiento y operación. Una de las ETF de la central de Almaraz marca que el titular debe controlar la temperatura de salida del agua de refrigeración de componentes cuando los sistemas de limpieza de dicho sistema de refrigeración no están operativos. Según las ETF hay que verificar que la temperatura de este agua está por debajo de un valor dado para garantizar que los componentes tecnológicos y de generar vapor están correctamente refrigerados y que no sucede nada que pueda provocar una avería o un accidente.

Pues bien, durante una semana y hasta el día 23 de julio se realizaron pruebas de funcionamiento del sistema de limpieza de la refrigeración, lo que puso fuera de servicio a este sistema. Durante este tiempo, los titulares de la central no controlaron la temperatura del agua de forma adecuada, con lo que incumplieron de forma sistemática y duradera las ETF, lo que afectó a las dos unidades de Almaraz que han estado funcionando a plena potencia.

Tras la comunicación del titular al CSN el día 26 de julio, éste se ha apresurado a declarar el suceso como de nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) de forma provisional. Es decir, lo califica como suceso fuera de escala y sin significación para la seguridad. Sin embargo, en la escala INES se dice explícitamente que se clasificarán como Nivel 1 anomalías los “problemas menores en componentes de seguridad, con importantes medidas de defensa en profundidad pendientes de aplicación”. Este ha sido claramente el caso de Almaraz en que se han violado las ETF y se ha descuidado la defensa en profundidad. Incluso con la nueva metodología adoptadas por el CSN para clasificar los sucesos nucleares, mucho más laxa que la anterior, estaríamos ante un suceso de nivel 1 en la escala INES.

Esta clasificación del incidente por debajo del nivel correspondiente responde a un intento general del CSN de rebajar el número de sucesos nucleares notificables para dar la sensación al público de que el estado del parque nuclear español es mucho mejor que el real. El cambio de la metodología fue protestado por el funcionario encargado de clasificar los incidentes nucleares, lo que supuso su cese.

Para Francisco Castejón, portavoz de Ecologistas en Acción, “estas prácticas son inadmisibles puesto que rebajan los niveles de exigencia a los operadores nucleares y engañan a la opinión pública y al Congreso de los Diputados, de quien depende el CSN”. De esta forma se relajan las medidas de seguridad, disminuye la transparencia sobre el estado del parque nuclear y, en definitiva, se aumenta el riesgo.