El tiempo estable y las elevadas temperaturas con las que se ha estrenado el mes de septiembre, junto al aumento del tráfico rodado y el consumo energético empleado con el fin de las vacaciones estivales, explican que desde el pasado jueves se hayan vuelto a disparar los niveles de ozono troposférico en la mayor del España, en un episodio de alta contaminación que persistirá al menos hasta mediados de esta semana, según la previsión meteorológica.

Los niveles más elevados se han registrado en el interior de Galicia y el norte de Castilla y León, el norte de Madrid, el interior de Cataluña y Valencia, el Valle del Ebro (de Tarragona al sur del País Vasco, pasando por Aragón, La Rioja y Navarra), Andalucía occidental y Extremadura, siendo la cornisa cantábrica y las Islas Canarias los únicos territorios del Estado que se han librado de este último episodio de contaminación por ozono.

El valor objetivo para la protección de la salud humana está establecido por la normativa en 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, medidos en periodos de ocho horas, y no deberá superarse más de 25 días al año. En lo que llevamos de año, este número de superaciones ya se ha rebasado en 70 estaciones de control de la contaminación de las 450 repartidas por el Estado, concentradas en Madrid, Castilla-La Mancha, Cataluña y Andalucía.

Además de las frecuentes superaciones del objetivo legal que se vienen registrando estos días, es generalizado el incumplimiento de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para proteger la salud humana, establecida en 100 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, medidos en periodos de ocho horas, y por lo tanto más rigurosa que el objetivo legal y más garantista de la salud pública.

Ante la persistencia de las altas temperaturas durante esta semana, Ecologistas en Acción insiste en la adopción de las medidas necesarias de urgencia para evitar agravar la situación de la población afectada por aire de mala calidad. Medidas que deben pasar por la limitación del tráfico urbano e interurbano, principal emisor de los contaminantes precursores del ozono, y por la paralización del funcionamiento de las grandes centrales térmicas de carbón. Simultáneamente, se recomienda a la población que limite la actividad física al aire libre en las horas centrales del día y al atardecer, cuando los niveles de ozono son más elevados.

El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo» por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias, en presencia de radiación solar. Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, reducción de la función pulmonar, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas (asma, EPOC) y el agravamiento de patologías cardiovasculares.

La OMS estima en 1.800 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados estos días. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.

Para analizar el problema de la contaminación por ozono en el sureste de España, Ecologistas en Acción organiza en Murcia el próximo jueves 22 de septiembre, coincidiendo con el día Europeo sin Coches, una jornada informativa con participación de expertos, personas afectadas y responsables públicos. Esta jornada forma parte de las actividades que la organización medioambiental lleva organizando desde el pasado mes de junio dentro de su campaña estatal sobre este peligroso contaminante.