Ecologistas en Acción de Cáceres presentó, el 2 de septiembre, una moción en el Ayuntamiento de la localidad y ante los diversos grupos políticos municipales en contra del uso no agrario del herbicida glifosato en el término municipal de Cáceres.

El glifosato, principio activo de la mayoría de los herbicidas comercializados, entre ellos el famoso Roundup de la transnacional Monsanto, ha sido recientemente catalogado «como agente probablemente cancerígeno para los seres humanos» por parte de la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IACR) que forma parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ecologistas en Acción de Cáceres, que ha presentado esta moción dentro de la campaña que la organización está llevando a cabo en todo el territorio nacional, ha solicitado al Ayuntamiento cacereño que se responsabilice de la protección de la salud de los vecinos de este municipio y de su patrimonio natural tal y como recomienda el RD 1311/2012, prohibiendo la aplicación de herbicidas químicos para todos los usos no agrarios en los espacios de uso público, carreteras o redes de servicio en la totalidad del territorio del término municipal.

Asimismo, ha solicitado que esta práctica sea sustituida por métodos no químicos que no dañen la salud ni el medio ambiente, como por ejemplo los métodos mecánicos y térmicos que se aplican en la mayoría de los países de la Unión Europea y que tienen un mayor potencial de generación de empleo.

Un reciente estudio ha demostrado que el glifosato, que se vienen aplicando con permiso e incluso promoción por parte de las administraciones competentes en espacios públicos, es una sustancia que favorece la aparición de linfoma No-Hodgkin en humanos y causa daños en el DNA provocando cáncer en animales de laboratorio.

Otras pruebas toxicológicas independientes han revelado toxicidad subaguda (lesiones en glándulas de la saliva), toxicidad crónica (inflamación del estómago), daños genéticos en células sanguíneas, e indican trastornos reproductivos (esperma menor y anómalo en ratas y conejos), y aumento de la frecuencia de tumores de hígado y de tiroides (en ratas).

Además, su peligrosidad queda atestiguada por su uso esporádico para matar árboles sanos, como en el caso del roble tricentenario de la población cacereña de Barrado, una razón más para cuestionar las bonanzas de este producto en manos inapropiadas.

Desde Ecologistas en Acción queremos recordarle a las autoridades que la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo para un Uso Sostenible de los Plaguicidas expone que: «los Estados miembros, teniendo debidamente en cuenta las medidas apropiadas para la protección del medio acuático el agua potable y los requisitos necesarios de higiene y salud pública y la biodiversidad, o los resultados de las evaluaciones de riesgo pertinentes, velarán por que se minimice o prohíba el uso de plaguicidas en las siguientes zonas específicas: a lo largo de las carreteras […], en los espacios utilizados por el público en general, o por grupos vulnerables, como los parques, jardines públicos, campos de deportes y áreas de recreo, recintos escolares y campos de juego y los espacios cercanos a los centros de asistencia sanitaria».

Respecto al uso agrícola, instamos al Consistorio, tal como también recomienda el RD1311/2012, a que tome las medidas oportunas para sensibilizar e informar a la población de los riesgos para la salud y el medio ambiente que supone el uso de los herbicidas químicos también en lo referente a sus usos agrarios, a fin de fomentar una reducción de su utilización en el campo y una aplicación en condiciones de seguridad; ya que, entre otros datos, se ha demostrado que a concentraciones más bajas de las recomendadas, el glifosato interfiere en el funcionamiento hormonal de células humanas, afectando a las células de la placenta así como a las embrionarias.