La Plataforma en Defensa de los Derechos del Agua «Agua Clara» de Sanlúcar de Barrameda recuerda al Equipo de Gobierno y a la empresa Aqualia, concesionaria en la localidad del ciclo integral del agua, la necesidad desde hace años, de un verdadero plan generalizado de prevención de inundaciones y recogida de aguas, ante la próxima llegada de las primeras lluvias otoñales.

Sanlúcar tiene una orografía muy particular, con un barrio alto y otro bajo, al que van a parar todas las aguas. Sin embargo, esto no puede servir de excusa a una mala planificación desde hace décadas, con inundaciones cada año. Ante lluvias similares, en poblaciones parecidas a Sanlúcar no tienen que soportar inundaciones cada invierno.

Llevamos tres septiembres consecutivos, advirtiendo que es necesario un estudio integral de todo el sistema de desagüe para buscar causas y soluciones a un problema que, cada año, genera perjuicios en viviendas y comercios. Sin embargo, parece que esta necesidad no la ven quienes podrían tomar decisiones. Hay alrededor de 9.000 imbornales, además de pozos de registro, cunetas y canalizaciones que se encuentran en un estado lamentable, atascados desde hace tiempo por basuras, tierra, e incluso cemento. Toda el agua que no podrá recogerse en cada uno de esos puntos, irá a parar a las calles más bajas. Ojalá nunca tengamos que contar una desgracia.

Por otro lado, la plataforma sigue sin entender cómo se permitió que el pasado 13 de septiembre, en plena temporada de baños, se abrieran los aliviaderos a la playa, creando una indigna y decadente visión de nuestra costa, contaminada por aguas fecales y un gas venenoso y pestilente, el ácido sulfhídrico. Según el Instituto Nacional de Meteorologia, cayeron menos de 10mm de agua, una cifra muy por debajo de lo permitido por la Consejería de Medio Ambiente para abrirlos. Desgraciadamente, para Agua Clara, esta aberración forma parte de lo que entienden como normal Aqualia y Ayuntamiento durante los 9 meses sin temporada de baños. Al parecer, la playa de Sanlúcar es propiedad exclusiva del turista estival, y no de los ciudadanos que pagan sus impuestos con derecho a pasear por ella el resto del año.

Los aliviaderos no son el enemigo, puntualizamos desde la Plataforma. Se entiende su uso, para los momentos puntuales de lluvias muy intensas en los que se necesita evacuar esas aguas con urgencia. Lo realmente vergonzoso es que, desde 2010, Sanlúcar cuente con un tanque de tormentas que costó 1 millón de Euros, para paliar en gran medida estos vertidos contaminantes, que no se ha puesto en marcha desde su construcción. Tener una solución construida e instalada, y no usarla, es aún más lamentable.

La plataforma entiende que tanto el estado de los imbornales como la apertura de los aliviaderos suponen otros dos incumplimientos graves y reiterados del pliego de condiciones del Ayuntamiento con Aqualia-FCC. Incumplimientos por los que se abrieron expedientes y sanciones a la empresa en Marzo de 2016, y que reflejan la falta de compromiso de este Equipo de Gobierno, que ante estas repetidas negligencias que perjudican a la ciudadanía, no rescinde el contrato y devuelve el ciclo integral del agua a la gestión pública.

La Plataforma en Defensa de los Derechos del Agua de Sanlúcar de Barrameda «Agua Clara», está integrada por vecinos afectados, ciudadanos particulares, la Federación Local de Asociaciones de Vecinos «Guadalquivir», Ecologistas en Acción, presidentes de asociaciones vecinales, FACUA, Asociación de Consumidores y Productores de Agricultura Ecológica «La Borraja», SAT, USTEA, CC.OO. y Plataforma del Vado, quedando abierta a la participación de todos los sanluqueños.