El Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA), el Foro Extremeño Antinuclear, la Plataforma contra el Cementerio Nuclear de Cuenca y Ecologistas en Acción han llevado a cabo una concentración para denunciar las malas prácticas del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en temas clave como el licenciamiento del Almacén Temporal Centralizado (ATC), el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de Almaraz o la no investigación de los trabajos relacionados por la multinacional francesa AREVA en las centrales de Almaraz y Ascó.

Las organizaciones convocantes han denunciado la falta de rigor del CSN en la vigilancia de las instalaciones nucleares y en el licenciamiento del ATC de Villar de Cañas (Cuenca) y del ATI de Almaraz (Cáceres).

La cúpula del CSN parece más empeñada en mejorar la imagen de las centrales nucleares que en velar por su seguridad. Así lo demuestra el cambio de protocolo para clasificar los sucesos nucleares en la Escala INES y en el sistema SISC de seguimiento integral de las instalaciones nucleares, que han hecho que el número de incidentes que pasan del nivel cero de la escala sea muy inferior (menos de la tercera parte) al de años anteriores, lo que contribuye a dar una imagen engañosa de mejora de la seguridad nuclear.

La notable dejadez del CSN se pone de manifiesto en la falta de investigación sobre los efectos de los falsos protocolos de la empresa AREVA, que ha podido tener efectos en la seguridad de los circuitos primarios de Ascó y Almaraz, que integran componentes fabricados por esta empresa. Contrasta esta postura con la de la ASN (Agencia de Seguridad Nuclear francesa, equivalente a nuestro CSN) que ha abierto una investigación en todas las centrales nucleares francesas para analizar los posibles defectos ocasionados por los falsos protocolos de AREVA.

En esta misma línea, el CSN informó favorablemente sobre la construcción del ATC en Villar de Cañas (Cuenca), a pesar de los informes del área de Ciencias de la Tierra del CSN que expresaban dudas sobre la adecuación de los terrenos y que ponían de manifiesto la falta de información para garantizar la adecuación de los mismos. Además de estos estudios, el CSN cuenta con el informe de la consultora URS que califica los terrenos de “inadecuados”. Estos informes eran confidenciales hasta que el Consejo de Transparencia obligó al CSN a colgarlos en su web.

El CSN también ha emitido un informe favorable a la construcción de un ATI para la central de Almaraz (Cáceres). Este ATI se construye con el fin de ampliar la vida de los dos reactores de Almaraz más allá de los 40 años. Cálculos basados en los datos oficiales del CSN muestran que las centrales pueden funcionar hasta más allá de 2022 sin necesidad del ATI. El CSN ha dado luz verde a la construcción de este ATI sin tener clara su utilidad final. Obviamente no debe ser igual una instalación para el desmantelameinto que para almacenar los residuos cuando se llenen las piscinas de la central.

El presidente del CSN se ha permitido incluso no responder ante el Congreso de los Diputados alegando problemas de agenda en la corta legislatura anterior. Hay que recordar que el CSN es nombrado a propuesta del Parlamento y responde ante él, por lo que esta actitud resultó notablemente antidemocrática.

Todas estas malas prácticas del CSN han motivado la concentración de repulsa en las que los convocantes han entregado un escrito exigiendo una investigación por los trabajos de AREVA y pidiendo que se revoquen los informes del ATI y el ATC.