Después de 7 años se constata la ineficacia de la “operación de choque” llevada a cabo por el Ayuntamiento en el Parque de la Isla. Ecologistas en Acción se suma a la denuncia de la “Plataforma en defensa de la Isla” sobre la falta de cuidados, conservación y mantenimiento en este parque de la ciudad y se opone a que para solucionar este tipo de situaciones el Ayuntamiento plantee, de forma sistemática, la realización de intervenciones impactantes, caras y que muchas veces implican pérdida de biodiversidad.

Un largo periodo de descuido en la conservación y mantenimiento por parte del Ayuntamiento derivó en que hace 7 años en el Parque de la Isla se invirtieran más de 4 millones de euros. Las obras que se ejecutaron consistieron básicamente en concentrar en un breve espacio de tiempo todo lo que no se hizo de manera continuada y tratar de enmendar el deterioro producido por la falta de mantenimiento: árboles y arbustos muertos o enfermos, sendas en mal estado y mobiliario urbano degradado.

Pero actualmente el estado del parque, tal y como recoge el documento elaborado por la “Plataforma en defensa de la Isla”, muestra un deterioro evidente tras la millonaria intervención; “falta de drenaje, llantas de acero, perfiles de caucho, bordillos innecesarios y agresivos, carbonilla, tuberías de goteo a la vista y en exceso, gaviones absurdos, un gran cono de tierra forrado de alambre galvanizado que impide la panorámica del paseo central, un carril bici que viene de ningún sitio y va a ninguna parte, un parque infantil situado al lado de un bellísimo crucero y entre un bosque de tejos que resulta ser el más meridional de Europa, por no hablar de la fachada de la iglesia de Cerezo de Río Tirón…”. Es evidente que se están repitiendo los mismos errores que derivarán de nuevo en un intento de justificar una fuerte inversión y, en el caso de llevarse a cabo, a una actuación lesiva para el medio, volviendo a perder parte del patrimonio natural burgalés.

Ecologistas en Acción no comparte la forma en que el Ayuntamiento sigue interviniendo sobre la ordenación ecológica, estética y paisajística de los espacios urbanos y que se reproduce periódicamente, como es el caso del Paseo de la Quinta, donde actualmente asistimos a un espectáculo impactante, una intervención agresiva con consecuencias para la flora y fauna del parque.

Ecologistas en Acción denuncia que al no existir un control por parte de la administración de las labores de mantenimiento tras este tipo de actuaciones, esto hace que volvamos cada cierto tiempo a la adjudicación de obras a empresas y subcontratas que no adquieren ninguna responsabilidad sobre la obra ejecutada, una pescadilla que se muerde la cola. La actual forma de gestión del arbolado urbano nos aboca a una pérdida paulatina del patrimonio natural burgalés. Para la organización ecologista es necesario que se cambien los criterios que determinan las actuaciones y que éstas se lleven a cabo basándose en la planificación, para así evitar deterioros por falta de mantenimiento. Deben abandonarse las grandes intervenciones puntuales y llevar a cabo una gestión continuada.

Por eso, desde Ecologistas en Acción, apostamos por la remunicipalización de unos servicios que generen empleo de calidad y ajusten su labor a las necesidades del arbolado y no a las condiciones de un contrato o el rendimiento empresarial; con el fin de evitar un gasto innecesario y un daño irreversible en un bien común de la ciudad, que además de aportar belleza, mejorar el paisaje urbano, la calidad del aire, y muchos más beneficios que deberíamos ser capaces de valorar, merece nuestro respeto y cuidados.