• Hoy se han realizado diversos actos en el recorrido del tren regional que une Madrid y Barcelona para exigir un cambio de rumbo en la política ferroviaria. Tras el cierre de los trenes nocturnos que unían ambas ciudades y del resto de servicios que operaban a otras horas, ya solo queda una única línea que da servicio a todos los municipios que conectaban por tren ambas ciudades.
  • El AVE Madrid-Sevilla marcó el comienzo del abandono de los trenes regionales y nocturnos, como consecuencia de que hayan destinado todos los recursos a construir nuevas líneas de alta velocidad, cuyos trenes son solo asumibles para la población con mayor poder adquisitivo.
  • Con las acciones realizadas en esta línea se quiere reflejar lo que han supuesto 25 años de construcción desmesurada de trenes de alta velocidad y reclamar una política ferroviaria centrada en el bienestar social y los compromisos ambientales.

Un desayuno popular en la estación de Francia de Barcelona ha sido el punto de encuentro de varias decenas de activistas que han iniciado una jornada de apoyo a la única línea de tren regional existente entre Madrid y Barcelona. Desde que se inauguró el AVE se han ido cerrando progresivamente todos los trenes regionales que unían ambas ciudades, incluido el servicio nocturno. Cuando se cierre esta línea, solo quedarán conectadas por tren las principales localidades que actualmente une el AVE.

Para evitar el cierre de esta línea, símbolo del deterioro que sufren el resto de líneas ferroviarias que no son de alta velocidad, las y los activistas se han subido al tren a lo largo del día en distintas estaciones, donde han realizado diferentes actos de apoyo, acompañando diferentes etapas del trayecto coreando consignas y hablando con las personas usuarias. En el trayecto no solo han reivindicado la permanencia de los trenes públicos, sociales y sostenibles frente a la alta velocidad, sino que también han exigido más y mejores trenes.

Al llegar a Madrid una comitiva ataviada de época, con botellas de cava y música, y pancartas con el lema «No nos quiten el tren» y «Por un tren público social y sostenible», ha dado la bienvenida a la llegada del tren desde Barcelona.

“Necesitamos abandonar el despilfarro que ha supuesto la construcción durante 25 años de un tren elitista que solo ha dado servicio a un sector reducido de la población, mientras empujaba a la mayor parte de los usuarios a la carretera”, ha declarado Mariano González, coordinador de Transporte de Ecologistas en Acción, a la llegada del tren a la estación de Chamartín. «Si queremos cumplir con los compromisos climáticos de París, necesitamos mejorar y potenciar nuestra red ferroviaria, abandonando proyectos faraónicos tras los cuales están los intereses de las constructoras y las mordidas corruptas”, ha concluido González.

En los 25 años que han pasado desde que se inició la alta velocidad, con la línea AVE Madrid-Sevilla, el Estado español se ha convertido en el segundo país del mundo en número de kilómetros de alta velocidad, superado solo por China. Un despliegue inaudito (2.500 kilómetros) que ha sido posible gracias a la inversión de miles de millones cada año y de enormes impactos ambientales para la construcción de las vías.

Esta inversión pública ha servido para disponer de una red de trenes accesibles solo para las personas con mayor poder adquisitivo y para conectar entre sí solo a unas pocas grandes ciudades. La red ferroviaria del AVE traslada además a muy poca gente si se compara con otros países de referencia en este tipo de trenes: unos seis pasajeros menos por kilómetro que Francia y 11 veces menos que Japón o Corea del Sur. Esta infrautilización hace que sea dudoso que la enorme deuda pública que supone este despliegue pueda amortizarse algún día.

Parece por tanto demostrado que los grandes mitos que justificaron la expansión del AVE, tales como ‘modernidad’, ‘velocidad’, ‘crecimiento económico’, ‘sostenibilidad ambiental’ o ‘generación de empleo’, no fueron más que una excusa tras la que se ocultaron la corrupción y la deuda pública.

La priorización del AVE ha supuesto para el resto de trenes recortes en servicios, cierre de líneas (entre ellas los trenes nocturnos) y estaciones, así como pérdida de empleo. Una de las consecuencias ha sido la expulsión de buena parte de las personas usuarias hacia la carretera, al no disponer de alternativa ferroviaria atractiva y/o accesible económicamente, lo cual ha aumentado la insostenibilidad ambiental de nuestro sistema de transportes. Por otro lado, el AVE ya ha costado 1.118 euros a cada ciudadano.

Sin embargo, basándose en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y los comentarios del actual Ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, parece que se mantiene la misma línea de actuación.

El mal estado de la red ferroviaria y la amenaza de nuevos recortes está también levantando protestas sociales en todo el Estado español. Diversas plataformas ciudadanas y organizaciones sociales están demandando la mejora de los servicios públicos ferroviarios por sus enormes ventajas ambientales, económicas y sociales. Reclaman la necesidad de un tren de calidad, accesible, asequible y de titularidad pública, cuyo objetivo primordial sea dar un buen servicio a personas usuarias y ser una alternativa a la carretera.

Por todo ello, Ecologistas en Acción, CGT, el Movimiento por el Tren Ruta de la Plata de Plasencia, la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca, la Plataforma Cantabria por lo Público, las Mesas de Movilidad de la Bahía y del Besaya, Frente Cívico Somos Mayoría! – Cinco Villas, APUDEPA (Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés) y la Asociación de Cultura Popular Alborada de Gallur han realizado acciones reivindicativas para exigir una nueva política ferroviaria, centrada en la reducción de recursos para el AVE y en la recuperación de la red pública de trenes de corta, media, larga distancia y nocturnos.


Estación de Frrancia, Barcelona

Estación de Zaragoza

Estación de Chamartín, Madrid

Estación de Cuenca

Estación de Plasencia

Estación de Santander