Desde el mes de junio de 2016 el río Duero a su paso por Soria capital tiene un mal estado de salud en parte provocado por vertidos reiterados. Uno de los más llamativos, que ya divulgó ASDEN-Ecologistas en Acción, fue el constatado vertido sanguinolento del 24 de marzo de 2017 procedente del colector del polígono industrial de Valcorba.

Días después, el día 8 de abril, una vez más se volvió a observar una capa de sustancias grasientas y orgánicas flotando sobre la superficie del agua en el Soto Playa. Estas sustancias se constataron que procedían también del arroyo de Valcorba, y daba lugar a pensar que posiblemente fueran la causa de los parecidos episodios de contaminación denunciados por Ecologistas en Acción desde septiembre de 2016.

Las administraciones competentes en el control y sanción de estos vertidos son varias: la Confederación Hidrográfica del Duero porque ha habido un vertido a un río; el Ayuntamiento de Soria porque al menos en el caso de la sangre es de suponer que se ha incumplido la ordenanza de vertidos al colector municipal, y en tal caso la sanción de la Confederación Hidrográfica del Duero se debería repercutir sobre la empresa o empresas causantes y no sobre los vecinos. Y por último la Junta de CyL porque es posible que las industrias hayan vertido al colector contraviniendo la autorización ambiental en cuestión de residuos y de mantenimiento de las condiciones de las instalaciones.

En paralelo a estos vertidos, en el colector de aguas residuales de Valcorba se estaban realizando unas llamativas obras desde el verano de 2016, que estaban afectado al cauce y a la zona de servidumbre del arroyo que discurre paralelo y es visible desde la carretera N-122 en la entrada a Soria. Ante la evidente afección al Dominio Público Hidráulico, ASDEN-Ecologistas en Acción lo puso en conocimiento de la CH. del Duero que hace unos pocos días ha notificado el inicio del correspondiente expediente sancionador contra la Junta de Compensación del Polígono de Valcorba. Estas obras se han desarrollado durante más de 6 meses y han supuesto la innecesaria destrucción y hormigonado de 100 metros del arroyo de Valcorba.

La larga duración de las obras, 6 meses, y la continuidad en los vertidos anteriormente citados ponen en evidencia que existe un problema de omisión o dejación de los deberes legales de vigilancia e inspección de las administraciones, es decir una especie de “culpa in vigilandum”, que hace dudar del rigor en el control ambiental sobre actividades y empresas del que se presume en Soria.