La contaminación por ozono troposférico u “ozono malo” es una gran desconocida para muchas personas, pero causa cada año 17.000 muertes prematuras en Europa, 1.800 de ellas en España, más que los accidentes de tráfico. Dos terceras partes de los cultivos y buena parte de nuestros bosques y espacios naturales soportan niveles de ozono que dañan la vegetación.

Este contaminante, que no sale de los tubos de escape, ni de las chimeneas, afecta más a las zonas periurbanas y rurales que al centro de las ciudades, especialmente en las tardes soleadas de la primavera y el verano, cuando las elevadas temperaturas activan la formación y acumulación de ozono en niveles peligrosos para la salud, a partir de los contaminantes emitidos por el tráfico urbano e interurbano y algunas industrias.

Extremadura es una de las comunidades autónomas más afectadas en España por la contaminación por ozono troposférico. Durante el trienio 2014-2016, en las principales poblaciones de Extremadura se ha rebasado el objetivo legal para la protección de la salud. Si atendemos al objetivo legal para la protección de la vegetación, la mala calidad del aire por este contaminante es general en toda la Comunidad.

Por ello, Ecologistas en Acción ha iniciado una campaña de información a la población sobre el ozono troposférico, que durante la primavera y el verano de 2017 contempla entre otras acciones: una exposición divulgativa itinerante y actividades informativas sobre contaminación por ozono que recorrerán varios institutos y centros cívicos de Almendralejo, Cáceres, Mérida, Monesterio, Navalmoral de la Mata o Villafranca de los Barrios; así como una jornada de sensibilización que se realizará en Mérida el jueves 22 de junio.

El objetivo de la campaña es divulgar las causas y las consecuencias de este grave problema ambiental, y reducir la exposición a la contaminación especialmente de los grupos más sensibles: niños y niñas, personas mayores, mujeres embarazadas, deportistas y personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares; evitando realizar esfuerzos al aire libre en las horas centrales del día y la caída de la tarde, cuando los niveles de ozono son más elevados.

La exposición ha arrancado ayer en el Instituto de Educación Secundaria (IES) “Al Qazeres”, en Cáceres, y durante las próximas semanas visitará diversos centros educativos de Almendralejo, Fuente del Maestre, Mérida, Navalmoral de la Mata, Segura de León y Villafranca de los Barros, para posteriormente rotar por una decena de centros cívicos municipales hasta la finalización de la campaña el 30 de septiembre.

Una calidad del aire adecuada debe pasar por que la ciudadanía conozca en todo momento el estado del aire que respira, y porque se establezcan planes de acción que reduzcan la polución causada por el ozono. En Extremadura, la Junta no sólo no ha elaborado los preceptivos planes de mejora de la calidad del aire para las zonas más afectadas, sino que ni siquiera está informando de los episodios de elevada contaminación, que ya se están empezando a producir en un arranque de la primavera que está resultando especialmente complicado.

De hecho, en lo que llevamos de año, en Extremadura ya ha registrado una treintena de días por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en una decena se ha superado también el objetivo legal establecido para el ozono troposférico. Otro problema que se está detectando en el inicio de la temporada de riesgo por este contaminante es el deficiente funcionamiento de las estaciones de medición: de las seis que gestiona la Junta de Extremadura, las de Mérida y Zafra no suministran datos de ozono desde hace semanas, y la página Web de la Junta no ofrece ningún dato histórico ni en tiempo real.

Ecologistas en Acción ha presentado diferentes escritos a la Junta de Extremadura, en los últimos dos años, preguntando por estas deficiencias en la gestión de la calidad del aire de la región, y la necesidad de subsanarlas.