Una máquina niveladora, una retroexcavadora y una apisonadora han destruido por completo una zona de vegetación al lado de una gavia, donde se ha constatado la cría y campeo de linces ibéricos, para construir una nueva área de sesteo para las Hermandades del Rocío que utilizan la vía pecuaria Los Isleños, de Puebla del Río a Villamanrique de la Condesa.

Las obras se han realizado en un área muy sensible para la conservación de la población de linces de la comarca Aljarafe-Doñana, ubicada en las inmediaciones de la Dehesa de Tornero y el Corredor Verde del Guadiamar. Es sabido que el lugar cuenta con una población viable de conejo que hace que las hembras de lince críen allí y se refugien y campeen con sus cachorros, que actualmente deben contar con unos dos meses de vida, por lo que hay otras zonas que habrían sido mucho más idóneas para acondicionarlas para acoger a las Hermandades para el descanso y sesteo, como las utilizadas ya en otros años.

Supuestamente, la actuación no cuenta con la autorización correspondiente de la Delegación de Medio Ambiente de Sevilla, habiendo sido acometida con total desprecio a los hábitats y a esta especie en peligro y obviando considerar otras alternativas que a tan sólo 200 metros hubieran cumplido su finalidad de forma satisfactoria sin perjudicar el entorno y a la población lincera de Doñana.

Ecologistas en Acción, una vez conocido el hecho y comprobados los extremos de la actuación, los denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio para que se abra una investigación sobre los daños ocasionados al ecosistema o si se ha causado algún daño a algún lince o sus cachorros, que se depuren responsabilidades de esta nefasta actuación en una vía pecuaria que habría sido totalmente evitable, realizada según parece por la empresa Tragsa.