La Plataforma Laicista de Sanlúcar de Barrameda, compuesta por Cádiz Laica, Podemos, Izquierda Unida, Anticapitalistas, Marea Violeta, Club de lectura Mardeleva, Aula Gerión, USTEA, Comisiones Obreras, Foro por la Memoria Democrática, Ecologistas en Acción, Asociación de librepensadores Colom Víctor y un nutrido grupo de ciudadanía a título personal, ante la inminente colocación por parte del Ayuntamiento de Sanlúcar del llamado monumento al sentimiento rociero en un jardín de Bajo de Guía, quiere manifestar:

El Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda (PSOE) impone un símbolo religioso en terrenos públicos, constituido por una mastodóntica escultura de la virgen del Rocío. En las últimas palabras públicas sobre el asunto, el alcalde Víctor Mora (PSOE) afirmaba que quería “contar con el mayor consenso social”. El consenso social, en asuntos religiosos, sólo es posible en regímenes totalitarios tipo “Teocracias”. Las religiones y sus símbolos no deben imponerse al conjunto de la sociedad. Así lo han entendido, aplicando principios laicos, las democracias más desarrolladas. Las creencias e imágenes religiosas son tan controvertidas (para unos objetos de adoración, algo divino; para otros, burdas supersticiones o herramientas de sometimiento) que lo más sensato es mantener neutrales a las Instituciones Públicas que nos representan a todas y todos.

Lo que el equipo de gobierno entiende por consenso bien puede interpretarse entonces como una imposición y discriminación hacia personas de otras creencias.

Queremos también destacar el enorme impacto visual que supone una escultura que por sus dimensiones podría ser merecedora de entrar en un catálogo de bizarradas.

Resulta paradójico que el partido gobernante (PSOE), en su reciente 39º Congreso Federal, haya creado una Secretaría de Laicidad para luego practicar un ejercicio de incoherencia política de tan altas dimensiones como el monumento religioso que quiere imponer a la ciudadanía sanluqueña. Incoherencia la que tendrá que asumir, del mismo modo, la Delegación de Igualdad. La figura de “la virgen” ha sido utilizada para exaltar valores de sumisión para la mujer, dándole importancia superlativa a la virginidad femenina, intentando relegarla al servicio reproductivo-familiar. Las mujeres tienen un papel secundario en la jerarquía de muchas religiones, donde ni siquiera pueden oficiar cultos, y no digamos ser obispos o cardenales.

Además, la escultura que para algunos representa un sentimiento religioso (que, como decimos, debe circunscribirse a sus espacios privados) para otros no es sino una exaltación de la vanidad y la arrogancia, al estar representadas en ella las caras de los promotores de la escultura, y a la sumisión de los poderes públicos ante el poder económico. Nos consta que eso ha despertado enfados y contradicciones incluso dentro de la misma Hermandad del Rocío de Sanlúcar. Curiosamente, no hay ninguna mujer en la composición, cosa habitual en mentalidades machistas. Asimismo, también podría verse como una incitación a comportamientos irresponsables y peligrosos con menores, ya que se puede ver la figura de un niño que es llevado en volandas.

Queremos denunciar además el hermetismo y la falta de rigurosidad con que el equipo de gobierno ha llevado el asunto, que entró en el Pleno Municipal de forma nada reglamentaria. Además, ante las peticiones de informes por parte de ediles de este Ayuntamiento, votadas por la ciudadanía, no se ha actuado con la diligencia y transparencia que se espera de un gobierno democrático. Se podría pensar que no se han elaborado de forma adecuada todos los informes necesarios para llevar a cabo la instalación. Hay muchas dudas en cuanto a demarcación de costas, sustitución de árboles y uso del suelo. Por otra parte, el mantenimiento y gastos de electricidad que generará esa instalación no deben correr a cargo de toda la ciudadanía.

Mamotreto que quieren instalar (tamaño 1:1)

Es frecuente que los lobbies religiosos, en su afán de aumentar sus prerrogativas y privilegios, quieran imponer sus dogmas y símbolos a toda la población. Desgraciadamente observamos como el Gobierno del PSOE somete claramente el poder civil al religioso. En Sanlúcar, el nacionalcatolicismo no es cosa del pasado.

Por todo ello, pedimos la inmediata paralización de la obra, que el Ayuntamiento abandone la idea de colocar una escultura que consideramos una ofensa a la libertad de pensamiento y al uso y disfrute igualitario de los espacios públicos, y no descartamos el uso de la vía judicial en caso de mantenerse esta actitud.