Ecologistas en Acción advierte sobre los inconvenientes de la azucarera de Mérida y demanda un plan de economía verde.

Ecologistas en Acción considera negativa la instalación de la planta azucarera y la petición de exenciones fiscales que pretende la misma, por ello ha presentado alegaciones al proyecto, argumentando que el polígono Expacio Mérida está destinado a otros usos.

La organización considera que ante la ausencia de un verdadero y ambicioso plan de “economía verde y circular” que mejore el medioambiente y las condiciones laborales de la población, se da por bueno cualquier proyecto agroindustrial continuista de un modelo económico insostenible y fracasado que favorece a las grandes empresas con exenciones fiscales, tal y como está solicitando la compañía dubaití Al-Khaleej Sugar, titular del proyecto de la macroazucarera que pretende instalarse en Mérida. Dicho proyecto tendría un notable impacto medioambiental, paisajístico, agrícola y económico.

Ecologistas en Acción es consciente de que hay un problema de desempleo en Mérida y en Extremadura, pero no cree que la solución sea gravar a cooperativas y a pequeñas y medianas empresas, para luego ofrecer exenciones fiscales a las grandes compañías como la azucarera. La organización propone el desarrollo de un modelo de producción basado en la agricultura ecológica, que crearía miles de puestos de trabajo de calidad dedicados a alimentar a la población extremeña de forma saludable, económica y sostenible. Añade que además el cultivo de la remolacha sería un monopolio controlado por la azucarera que acabaría por fijar los precios de la materia prima en detrimento de los intereses de las personas dedicadas a la producción.

Ecologistas expone que la actividad de la azucarera implantaría un monocultivo agrícola intensivo más en la región, añade que la actividad de la planta tendría un impacto ambiental importante debido a la producción de una ingente cantidad de aguas residuales que acabarán destinándose al riego de cultivos para consumo humano, así como contaminación atmosférica y malos olores, que se unirían a los producidos en el polígono por la almazara del Consorcio Oleícola Extremeño y que serían de difícil dispersión al encontrarse entre dos sierras por altas que fueran las chimeneas de la planta azucarera. Las emisiones que produce actualmente la almazara ya han causado la marcha de varias parejas de Águilas perdiceras que anidaban en la Sierra de Arroyo.

Por otro lado argumenta que el gran gasto energético que realizará mediante fuentes energéticas aún por determinar y el enorme trasiego de camiones que transportarán 40000 toneladas/día de remolacha a lo largo de la campaña, 1500 camiones/día, no se corresponde con un modelo respetuoso con los objetivos concernientes al cambio climático que tan duramente está castigando a la región y añade que toda esta actividad va a dedicarse a la elaboración de un producto alimenticio que no tiene ningún valor nutricional y cuyo consumo excesivo plantea problemas de salud a la población.