Ejemplo de la lucha no violenta en defensa del medioambiente frente a la violencia gratuita.

El sábado 26 de agosto, tras una marcha reivindicativa de un camino público a nuestro compañero Juan le han colocado en el coche estupefacientes, siendo detenido, incomunicado y puesto a disposición judicial. Aunque posteriormente y debido a lo burdo y lo absurdo de la trampa, fue puesto en libertad.

Desde nuestro ideario de asociación “ecologista-pacifista” hemos de analizar y desgranar las causas de los hechos acaecidos desde la perspectiva de la violencia ejercida.

Como primeros causantes de esta violencia están la persona o personas, mercenarios que como brazo ejecutor le han introducido en su coche droga en cantidad suficiente para que fuera un delito con petición fiscal de pena de prisión así como los arquitectos de esta maquiavélica trama, presuntos delincuentes, que creemos pueden ser una suerte de caciques serranos, usurpadores del patrimonio medioambiental.

Hay más elementos propiciadores de la violencia, pues entendemos que aquellas administraciones con sus responsables políticos al mando que han prevaricado por omisión en la defensa del patrimonio, dejando este papel a las asociaciones ecologistas o a personas con nombres y apellidos, y por ello han propiciado que estas sean dianas humanas de los usurpadores y favorecido que se ejerzan violencia contra ellas.

Existe otra violencia que es la criminalización del Movimiento ecologista, utilizando un delito que socialmente es mal visto por gran parte de la población para denostar su legitimidad y provocar su descrédito.

Otro tipo de violencia parte de la legislación actual, la que se ejerce cuando un ciudadano es detenido; nuestro compañero tras la detención ha sido incomunicado, sus familiares no conseguían contactar con él por lo que pensaban que podía haberle sucedido algo grave, ha pasado la noche en una celda inmunda, sin aseo, sin ventilación y sin poder dormir debido a una intensa luz encendida en la celda toda la noche, desorientado, sin noción del tiempo e indefenso ante la situación.

Otra violencia, la ejercida contra él y su familia en el intento de manchar su nombre, aunque la conducta intachable de Juan Clavero tantos años ejercida, lo hace inviable y lo reduce a una pobre burla. También ha habido unos escasos medios de comunicación que han utilizado esta noticia para criminalizar a Juan y al Movimiento pacifista-ecologista.

Desde Ecologistas en Acción, agradecemos a la contraparte generadora de justicia social, ciudadanos, periodistas, amigos, políticos, foro social y sociedad civil en general, que han sido solidarios y, entendido que los hechos no han sido casuales, se generaban para dañar al militante y al Movimiento que representa, habiendo acompañado de manera incondicional en estos graves momentos.

Queremos señalar que los medios utilizados para defender el medio ambiente de Juan han sido y son medios pacifistas para el cambio.

Ante la violencia gratuita es obligatorio reparar el daño y prevenir futuros actos de violencia, pedimos a las administraciones y los políticos que pidan perdón por la omisión en su tarea y, trabajen para defender el medio ambiente, de esa forma blindarán futuras agresiones. También deben retractarse aquellos responsables de medios de comunicación, políticos y caciques que han intentado manchar su nombre.

Desde aquí solicitamos a la fuerza y seguridad del Estado, que tan diligentemente, han actuado en este caso, que continúe con la labor y esclarezcan las causas, identifiquen a los sujetos y, destapen la trama que estamos convencidos hay detrás.

Pedimos a la población en general solidaridad con nuestro compañero y una mayor implicación en la defensa del patrimonio medioambiental. Estamos inmersos en un proceso de cambio climático que generara reivindicaciones, pero la responsabilidad es de todos, no podemos dejar en unas pocas personas la lucha, porque las exponemos a la violencia.

Solicitamos de la población que en caso de tener alguna información que pueda esclarecer los hechos acaecidos sean valientes y lo pongan en conocimiento de las fuerzas de seguridad del estado, entendemos que la omisión es la violencia del silencio y no estamos en los tiempos de “Los Santos Inocentes”, gran novela y film, para que permitamos que se reproduzcan escenas del pasado, retrotrayéndonos a tiempos no olvidados de la España profunda en blanco y negro, que en estos 40 años democracia no hemos sido capaces de extirpar y que en la actualidad aún parece existir convirtiéndolo en una mala película.

Por Mar San Narciso.