Ante las sospechas bien fundadas de que el carguero lo que transporta son residuos tóxicos, resultantes de la combustión de los fertilizantes, se solicita información sobre la composición de estos residuos y el destino para su tratamiento.

De entrada se le pide al puerto que explique quiénes fueron los técnicos que examinaron el barco para aceptar su entrada a puerto. Concretamente qué empresa ha hecho la evaluación de riesgo acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) único organismo dotado de potestad pública para otorgar acreditaciones. También se pregunta si en la inspección realizada han constatado la existencia, o no, de una de las sustancias que se produce en la descomposición del fertilizante NPK 16-16-16, el óxido de fósforo P2O5 (sustancia peligrosa y muy corrosiva y que puede producir el veneno fosfano).

El Cheshire en Motril a la espera de ser descargado

También se ha solicitado a la Consejería de Medio Ambiente que haga público el tipo de materiales que se descarguen y la cantidad de los mismos, así como el destino de la carga, tanto la aprovechable como los residuos a eliminar.

Mostramos nuestra preocupación por la salud de los trabajadores que laboren en el barco y pedimos también conocer qué empresa se va a encargar de la retirada de los residuos tóxicos presentes en las bodegas del barco y la capacitación de los trabajadores que van a realizar la faena.

Por último se solicita a la autoridad portuaria que haga público el Documento Único de Escala (DUE), emitido por la Dirección General de la Marina Mercante, donde se debe reflejar claramente que la carga transportada no es peligrosa para la salud y el medio ambiente.