El 25 de noviembre se dio por concluida la asamblea del Movimiento Ibérico antinuclear (MIA) en la que participaron 11 plataformas en las que se integran más de 100 organizaciones, entre ellas Ecologistas en Acción, de Francia, Portugal y España.

Los debates y talleres, que ocuparon a los 49 aisistentes toda la jornada, tuvieron lugar en el Centro Joven de Cuenca.

Lo discutido y acordado, se resume en la siguiente declaración:

Declaración de la III Asamblea anual del MIA

Reunida la III asamblea anual del Movimiento Ibérico Antinuclear, integrado por las plataformas que luchan contra las diversas amenazas nucleares en la Península Ibérica a las que pertenecen unas 100 organizaciones españolas y portuguesas, declaramos:

Reclamamos el cierre escalonado de las centrales nucleares españolas, empezando por la central de Almaraz (Cáceres), según vayan expirando sus actuales permisos de explotación, de tal forma que nos veamos libres de esta amenaza y reduzcamos al máximo la generación de residuos radiactivos. La radiactividad no conoce fronteras, por lo que un hipotético escape de Almaraz podría contaminar tierras portuguesas bien a través del aire o a través del río Tajo, lo que supone un impacto transfronterizo. Y el cierre escalonado puede no ser suficiente si se producen fallos de seguridad como el que ha tenido lugar en Cofrentes en Valencia, a escasos 14 km de Castilla-La Mancha, con la rotura de una válvula de uno de los lazos de refrigeración que pone en cuestión la continuidad de la central.

Para la ampliación del funcionamiento de las centrales nucleares, la industria nuclear necesita la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC), el cementerio nuclear donde se depositarían residuos de alta actividad procedentes de todas las centrales españolas. Esta instalación está planeada en Villar de Cañas (Cuenca) en unos terrenos que están protegidos ambientalmente pues están en la ZEPA de la Laguna de El Hito y son inapropiados desde el punto de vista geológico, según reconoce el Área de Ciencias de la Tierra del propio consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y la consultora URS. El proyecto del ATC no debe continuar y debe ser suspendido, permitiendo la apertura de un debate político, técnico y ciudadano sobre la gestión de los residuos radiactivos.

Las centrales nucleares necesitan de la minería del uranio para funcionar. Esta minería es muy impactante y muy negativa para el medio ambiente y las poblaciones cercanas, como demuestran varios estudios epidemiológicos. La empresa australiana Berkeley tiene un proyecto de mina en Retortillo-Santidad (Salamanca), que sería la única mina a cielo abierto de uranio de Europa si finalmente se abriera. Esta mina está junto al río Yeltes, que es un afluente del Huebra y, finalmente, del Duero. Si finalmente se explota la mina, el polvo radiactivo contaminará el río Yeltes y llegará a tierras portuguesas, suponiendo de nuevo un impacto transfronterizo. Por ello, la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Portugués ha tomado posición por unanimidad y ha mostrado su preocupación. El yacimiento de Retortillo-Santidad no tiene suficiente concentración de uranio para ser rentable con los actuales precios del uranio.

Por todo ello el MIA reclama el abandono definitivo de la energía nuclear por ser ésta cara, peligrosa, impactante y antidemocrática. Y así librarnos de las amenazas que implica sobre el territorio y las personas.

Plataformas:

  • Plataforma contra el cementerio nuclear en Cuenca
  • Plataforma contra el cementerio nuclear de Guadalajara
  • Tanquem Cofrents
  • Tanquem las Nuclears
  • Foro Extremeño Antinuclear
  • Foro contra Garoña
  • Plataforma contra la Mina de Retortillo
  • MIA de Catalunya
  • MIA de Madrid
  • MIA de Portugal (Quercus, Zero, FAPAS, Bloco de Esquerda)
  • Red Sortir du Nucléaire