• Ecologistas en Acción ha organizado un paseo en bici por las calles de Madrid para reivindicar el cierre de las centrales nucleares y la no renovación de ninguno de los permisos que actualmente están sobre la mesa.
  • La iniciativa ha reunido a grupos y personas del movimiento feminista madrileño.

Por séptimo año consecutivo, la bicicletada ecofeminista de Ecologistas en Acción ha recorrido el centro de Madrid con un carácter reivindicativo y festivo. La iniciativa parte del área de Ecofeminismo de la organización ecologista y se desarrolla cada año para hacer una crítica a un modelo de desarrollo que califican insostenible con el medio ambiente y causante de muchas desigualdades.

Este año el tema central del paseo en bicicleta ha sido la energía nuclear. La bicicletada ecofeminista se suma así a la reivindicación del Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) y de otras movilizaciones ciudadanas que durante 2017 han expresado su rechazo a la intención de la industria nuclear de alargar el funcionamiento de las centrales nucleares más allá de los 40 años de diseño.

La bicicletada ha partido del Palacio de la Ópera y ha recorrido el centro de la ciudad, atravesando el parque de El Retiro. A lo largo de la marcha, las personas participantes han desarrollado un flashmob en diferentes puntos de la ciudad por el cierre de las centrales nucleares.

Con estética ochentera y al ritmo del programa televisivo dirigido por Lolo Rico La Bola de Cristal, el pelotón ha ironizado en sus bailes: “zum, zum, uranio, uranio, zum, zum, todo por el vatio. Apréndete estas palabras son el nuevo abracadabra. Zum, zum, fisura, fisura. Zum, zum, la central no es segura. ¿Qué tiene Iberdrola que a todo el mundo le roba?»

El ambiente de marcha en bicicleta ha sido festivo y para todos los públicos. En palabras de Elena Villarreal Ramírez, portavoz de Ecologistas en Acción, «queremos conectar con la gente, reírnos y disfrutar, pero al mismo tiempo hablar de temas muy serios como el de las energía nuclear, que es peligrosa, cara y no es necesaria».

Durante la bicicletada se ha leído un manifiesto en el que se han expuesto algunos de los argumentos en contra de las centrales nucleares:

  • La energía nuclear es cara, sucia y peligrosa.
  • Es una tecnología que fue desarrollada con fines militares.
  • La prolongación del funcionamiento de las centrales hasta los 60 años supone un mayor riesgo accidentes y un aumento considerable de los residuos radiactivos a gestionar.
  • La única razón para esta prórroga nuclear es continuar con la obtención de beneficios millonarios.
  • Su existencia supone un enorme freno al desarrollo de las energías renovables.
  • La radiactividad no conoce las fronteras. Y “si nos contaminan a una nos contaminan a todas”

Asimismo, la bicicletada ha remarcado su carácter ecofeminista en el comunicado: «Como movimiento feminista, sabemos además que los desastres nucleares han afectado de manera especialmente grave a la vida y los cuerpos de las mujeres. Lo dijeron las mujeres de Chernóbil hace más de 30 años, y lo dijeron las de Fukushima hace seis».

El grupo de Ecofeminismo de Ecologistas en Acción afirma inspirarse en la mujeres de estos lugares que, tras los desastres nucleares, «sufrieron un duro golpe contra sus salud en general, su salud reproductiva en particular y su vida cotidiana». Mujeres de Chernóbil y Fukushima son también una inspiración para el pelotón ecofeminista por cómo consiguieron organizarse para luchar y reivindicar una vida sin peligros.

La marcha en bicicleta ha concluido en el centro social La Ingobernable, donde se ha insistido en la necesidad de impulsar un modelo energético 100 % renovable que solo será posible mediante el abandono de la energía nuclear.