La denuncia sobre el grave impacto ambiental de la carretera Agaete-La Aldea en el Parque Natural de Tamadaba y la falta de transparencia del proyecto termina con la condena a costas de Ben Magec-Ecologistas en Acción.

La Federación ecologista ha recibido recientemente la ejecución de las costas por el recurso presentado contra el proyecto inicial de la carretera Agaete- La Aldea, que ascienden a 4.282 €. Según la portavocía de Ben Magec-Ecologistas en Acción supone un retroceso democrático que se penalice a la Federación ecologista por ejercer su deber cívico de velar por la defensa del medio ambiente, el interés general y el patrimonio común, que es castigada de este modo por la administración ejecutando dichas costas, en concreto el Gobierno de Canarias y los ayuntamientos de Las Aldea y Agaete.

Así mismo recuerdan que desde que empezó esta lucha a favor de la defensa de algunos de los espacios de mayor valor ambiental de la isla, los que integran el Parque Natural de Tamadaba, la Federación ha manifestado su apoyo a los vecinos y vecinas de La Aldea y Gran Canaria en la reivindicación de una vía segura, reclamando que otra vía es posible y proponiendo un trazado alternativo.

La Federación defendía en aquellos momentos y defiende ahora, para el segundo tramo de carretera, un proyecto que concilie las necesidades de seguridad con los valores ambientales del Parque Natural más importante por superficie y recursos naturales y paisajísticos de Gran Canaria, que forma parte esencial de la reserva de reserva de la Biosfera y de la candidatura a Patrimonio Mundial de la UNESCO.

«Se puede hacer un trazado que garantice la seguridad y sea mucho más blando y respetuoso con los valores de la zona. Lo demostramos en su momento cuando trabajamos en la realización de una propuesta de trazado alternativo al marcado por el Gobierno que fijaba el perfil del proyecto en una C-80, elaborado por técnicos colaboradores de la Federación, mejor encajada en la accidentada orografía montañosa, que incluía túneles y mantenía el paso por el Risco aprovechando parte de la plataforma actual y evitando el próximo destrozo del Valle de Guayedra, previsto para esta segunda fase».

En el plano jurídico, el Gobierno de Canarias, saltándose todos los procedimientos, nunca hizo publicación formal del proyecto, lo que nos creó una situación jurídica de indefensión y siendo la única posibilidad la de recurrir las ilegalidades del mismo a través de la fase de licitación, a lo que la sala nos respondía que, «como no nos dedicamos a la construcción de carreteras, no se nos considera parte interesada y a otra cosa». En un nuevo intento y contra orden de aprobación (8 de abril de 2.008, con la firma del Consejero como acto de aprobación del proyecto) presentamos una segunda demanda que si fue admitida a trámite, pero resultó desfavorable con argumentos propios del promotor, y no de la justicia que debe basar sus resoluciones en motivaciones jurídicas, y en el interés general.

Esta falta de transparencia y de publicidad del proyecto, termina ahora con la condena en costas a esta Federación, que, en favor de interés general, nunca pudo recurrir directamente un proyecto de tal trascendencia para la Isla de Gran Canaria.

En estos años, la Federación ha celebrado reuniones y encuentros con responsables del Gobierno y del Cabildo de la Isla; hemos movilizado importantes concentraciones de ciudadanos a favor de proyectos alternativos que evite el todavía evitable destrozo de los Barrancos del Risco y Barranco de la Palma, con enormes viaductos y del barranco de Guayedra, sepultado bajo miles de metros cúbicos de escombro.

Las Administraciones, las de antes, las de ahora, incluso los que hacen publicidad de la «ecoisla» y presumen de Reserva de la Biosfera e intentan elevar a Patrimonio de la Humanidad montañas y barrancos que serán perforados y llenados de millones de escombros. Escombros que servirán además para tratar de destrozar otro cacho de la Isla, rellenando la marina del Puerto de Agaete. La respuesta ha sido siempre la misma (del Gobierno y del Cabildo): «llegan tarde…» pero estamos en esto desde 1998.

Seguimos estando junto a las personas que piden seguridad en este tramo de carretera, pero también estamos del lado, de los que entendemos que por hacer una carretera más rápida no podemos sacrificar nuestro único y principal recurso: nuestro territorio. En medio de estas dos posturas hay un camino o carretera que hubiera podido conciliar ambas necesidades. Pero otros intereses especulativos vinculados al turismo son los que han prevalecido y no las necesidades de las vecinas y vecinos. Son estos intereses los que han obstaculizado la posibilidad de entendimiento, ante la pena, rabia e impotencia que sentimos como colectivo que reúne a personas y grupos que dedican de forma altruista parte de su tiempo personal a la defensa la isla mediante la preservación del legado más importante que son sus valores naturales.

¿Perderemos definitivamente el valioso paisaje del oeste de Gran Canaria?