En el Día Internacional de los Bosques 2018 “Bosques por unas ciudades más sostenibles” la Federación Malagueña de Ecologistas en Acción insiste en que un bosque es más que un conjunto de árboles y las reforestaciones o replantaciones deberían hacerse con rigor para devolver a la naturaleza parte del estado en el que estaba y reclama a las Administraciones que apuesten por las especies autóctonas que se adaptan mejor al entorno, y mantienen los ecosistemas.

Por ello, insiste a las administraciones que dejen de plantar árboles ornamentales y apuesten por los autóctonos por las razones anteriormente citadas.

Asimismo, en este día, la federación ecologista vuelve a denunciar la tala de ejemplares maduros con un alto valor ecológico y recuerda que la provincia de Málaga hay numerosos ejemplos donde las construcciones pretenden o han dilapidado zonas verdes con árboles maduros de alta riqueza ornitológica en la que nidifican especies protegidas, como el Arraijanal recientemente.

Cabe recordar otra zona natural amenazada de gravedad y de especial interés ecológico como es el complejo dunar Saladillo-Matas Verdes, en Estepona. Una zona que ha sido solicitada como Reserva Natural por Ecologistas en Acción. Se trata del único espacio dunar del litoral mediterráneo que conjuga una nutrida representación de biotopos, con alcornoques y coscoja, los únicos ejemplares que existen sobre arena en el mediterráneo andaluz.

Cabe recordar, que la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo Día Internacional de los Bosques. Esta edición de 2018 pretende llamar la atención sobre la tendencia de ignorar la importancia que tienen sobre la salud y bienestar de los habitantes de las ciudades: los bosques, las zonas arboladas, los jardines y zonas verdes o espacios naturales de especial relevancia próximos a zonas urbanizadas.

Por poner un solo ejemplo, se sabe que los niños/as que viven cerca de zonas verdes tienen entre un 11 % y un 19 % menos de probabilidad de desarrollar obesidad.

Para el año 2050 se prevé que 6000 millones de personas o hasta el 70 % de la población viva en ciudades. Es importante entonces atender a los beneficios que reportan los árboles. Sirven de cobijo a miles de especies; retienen el agua de lluvia evitando la erosión del suelo o riadas; eliminan contaminantes del aire; son capaces de bajar la temperatura del aire entre 2 y 8 grados centígrados; y por tanto, mitigan el cambio climático, una de las principales amenazas de la humanidad junto a la pérdida de biodiversidad.

A pesar de todas las evidencias científicas y las que podemos sentir nosotros mismos, o las que piden movimientos vecinales o ecologistas, la mayoría de los planes urbanísticos y de ajardinamiento siguen masacrando zonas de alto valor natural, irrepetibles por su riqueza.