Las explosiones e incendios ocurridos ayer en depósitos de combustible de Inglaterra ponen de manifiesto los graves riesgos que acarrean las concentraciones de materias peligrosas que se producen en algunas instalaciones industriales. Ecologistas en Acción alerta a la población onubense de que estos riesgos se agravan en el caso del complejo petroquímico de Huelva en el que se acumulan depósitos de gasolina y gasoil de CEPSA mucho mayores de los que han causado el accidente en Inglaterra. Junto a ellos se sitúan instalaciones potencialmente más peligrosas como los depósitos de metano y las instalaciones de descarga y regasificación de este gas de ENAGAS, las térmicas de U. FENOSA que lo usan, depósitos de cloro de Aragonesas, fertilizantes amoniacales de Fertiberia e instalaciones de tratamiento de residuos peligrosos de Abengoa. El trasiego de barcos con estas materias contribuye a ampliar los riesgos de accidente, como el sucedido con decenas de muertos en una instalación argelina el año pasado.

Si cada uno de estas instalaciones por separado es una fuente de riesgos de accidentes graves, todas combinadas y situadas en un radio de un kilómetro del área del Nuevo Puerto podrían generar efectos destructivos equiparables a los de un accidente en una instalación nuclear, lo que dada su ubicación a escasos kilómetros de la capital de la provincia y de núcleos como Palos de la Frontera, Mazagón y Moguer nos da una idea de las pérdidas humanas que un accidente de estas características podría generar.

Ecologistas en Acción considera inaceptable esta concentración de factores de riesgo grave que se ha estado produciendo en los últimos años, con irresponsables ampliaciones de reservas estratégicas de gasolina en depósitos cercanos a la carretera, y a gigantescos depósitos de metano, y considera obligatoria la revisión de la situación de los Planes de emergencia, aunque parece bastante evidente que ni el más eficaz de estos podría resolver una situación de incendios y explosiones combinadas en esta zona.

Ecologistas en Acción considera obligatorio revertir esta situación, y empezar a a planear con urgencia un desmantelamiento de las instalaciones con mayor potencial de peligro. Cuando suceda algo, puede ser demasiado tarde para miles de personas de la comarca de Huelva.