El verano pasado, al comenzar las obras de la M-30 en el parque de la Arganzuela, el Ayuntamiento de Madrid, en medio de las fuertes críticas de vecinos y ecologistas, transplantó varios magnolios con el argumento deque así se salvarían. Algunos de ellos se transplantaron en el propio parque, a unas decenas de metros de su emplazamiento original. Sin embargo estos árboles no han superado el verano y están a punto de morir. Se lechan caído casi todas las hojas, las ramas parecen secas y cenicientas y el conjunto presenta un aspecto deplorable. La zona donde se sitúan los árboles transplantados, un recinto vallado dentro del parque que se hurtó al uso de los vecinos, está en un lamentable estado de abandono, con basura y montones hojas secas acumuladas, y un evidente riesgo de incendio. El abandono ha llegado a tal punto que los demás árboles del recinto, los no transplantados, muestran síntomas de estar secándose también.

Ecologistas en Acción considera que este abandono es un buen ejemplo delos engaños del Ayuntamiento a la hora de afrontar la deforestación brutalque ha cometido en la ciudad. Se intentó engañar a los vecinos diciendo que los árboles se salvarían con el transplante, que solo se cortarían unos pocos, y el tiempo ha mostrado que los transplantes no sirven para nada. La cruda realidad es que a causa de las obras se han destruido en Madrid más de 70 hectáreas de zonas arboladas, especialmente en los barrios del sur.

La destrucción y abandono del parque de la Arganzuela puede considerarse el paradigma del desprecio de la corporación municipal hacia el patrimonio verde de la ciudad: un parque donde se ha destruido el 80% de su superficie en un barrio donde curiosamente los niveles de suciedad contaminación son de los mas altos de la ciudad. El Ayuntamiento quita el arbolado de gran porte, que protege del sol, refresca las calles y oxigena el aire de la zona, y a cambio devuelve a los vecinos polvo, suciedad, asfalto y muchísimo hormigón.

Pese a las propaganda municipal, cuando terminen las obras de la M-30 en lugares como Arganzuela habrá muchos menos árboles, mucha menos sombra muchos más coches y polución. La calidad de vida será mucho peor.