El Túnel de Napoleón conectaba los jardines anexos al Palacio Real de El Campo de El Moro con el Real Sitio de la Casa de Campo por debajo del Camino de Castilla, conocido ahora como Paseo de la Virgen del Puerto. Fue diseñado y construido por Juan de Villanueva en 1811 a instancia de José Bonaparte, a la sazón habitante del Palacio Real y del mismo Palacete de los Vargas situado a la entrada de la Casa de Campo.

El túnel sobrevolaba los lavaderos de la ribera del Manzanares mediante un viaducto para luego cruzar el río por el Puente del Rey y acceder a la entrada principal de la Casa de Campo. El puente diseñado por Juan de Villanueva fue ejecutado por su discípulo Isidro González Vázquez.

La construcción de la M-30 en los años 1970s supuso, entre otros impactos, la desvinculación total de la Casa de Campo con el Palacio Real/Campo de El Moro. El citado túnel desembocaba, de bruces, con el mismo borde de la autovía.

Las obras actuales muestran como el hormigón armado ha sepultado y desvirtuado la misma entrada de este túnel, antes adornado mediante rocalla imitando una gruta. Todo hace indicar que la afección es irreversible a menos que se modifique el mismo desarrollo de las obras, cuyo proyecto es desconocido.

Ecologistas en Acción hace una llamada urgente a la opinión pública para evitar un nuevo daño al patrimonio histórico de la ciudad de Madrid en el descabellado proyecto de ampliación de la M-30. Estamos asistiendo a daños al patrimonio en nombre de una supuesta modernidad en la que se intenta desacreditar e insultar a todos quienes ponen objeciones a la destrucción visible de la historia de Madrid.

Ecologistas en Acción recuerda como estas obras han obviado los daños a los siguientes símbolos del patrimonio histórico artístico de la ciudad sin el mayor reparo:
- Las terrazas del Manzanares a lo largo de kilómetros de obra
- El Puente de Toledo
- El Vivero de Plantas Medicinales de la Casa de Campo
- La Tapia de Sabatini en el Club de Campo (Casa de Campo)

Estas agresiones suponen una clara indefensión de la ciudadanía, por trasgresión de la normativa vigente de la Ley del Patrimonio, junto a otras de carácter ambiental, Ley de Aguas, además de los daños a la salud por el desarrollo de esta obra en aras de unos supuestos beneficios que se nos quiere vender.