Ecologistas en Acción presentó ayer 23 de febrero, último día del plazo reglamentario, alegaciones al Plan Especial de Protección y Conservación del Centro Tradicional de Alicante promovido por el Ayuntamiento de Alicante. El grueso de las ocho alegaciones se centran en los aspectos de movilidad urbana y defensa de la calidad ambiental (contaminación acústica, contaminación atmosférica, espacios libres).

El Plan Especial no sólo apuesta por destinar el espacio del viario público prioritariamente al automóvil sino que, además, pretende reducir considerablemente (hasta 8.000 m2) las zonas peatonales actualmente existentes, en la línea de lo ya hecho por el Ayuntamiento en otras ocasiones. Este ímpetu despeatonalizador es decepcionante, por cuanto es justo lo contrario a lo que debería hacerse: ampliar las zonas destinadas principalmente a la circulación, estancia y disfrute del ciudadano, es decir, del peatón. Al menos así se comprometió a hacerlo el Ayuntamiento de Alicante cuando su Pleno suscribió en 1998 la Carta de Alborg (mayo 1994, 1ª Conferencia de Ciudades Europeas Sostenibles) que cuenta con un capítulo específico dedicado a ese tema.

Efectivamente, el Plan Especial pretende reducir el ancho de las aceras de la Avda. de la Constitución para implantar aparcamiento de coches en batería. Además, se pretende interrumpir los bulevares de los paseos Soto y Gadea, para dar continuidad al tráfico rodado entre el Centro Tradicional y el Ensanche o se quiere abrir al tráfico el paseo de la Explanada y el principio de la calle San Francisco (entre Portal de Elche y C/ Castaños).

Sin duda lo más grave es que el Plan Especial agrede funestamente al emblemático paseo de la Explanada al pretender abrirlo al tráfico, pues generará una barrera que lo aislaría de la ciudad y aumentará la contaminación acústica en una zona que actualmente ya soporta una presión sonora muy alta.

Especial mención merece el templete de música que existe en el paseo de la Explanada. Después de que el Ayuntamiento pretendiese demolerlo, el Plan pretende aumentar la ya importante presión sonora, permitiendo la circulación de tráfico por delante del templete. ¿Se pretende amenizar con el ruido de los coches a ambos lados de la Explanada los conciertos de la Banda Municipal?

Además, el Plan Especial prevé la reserva de suelo para construir un aparcamiento subterráneo bajo la Explanada a pesar de sus graves problemas de ejecución. Para empezar, el ancho de 15 metros es notablemente escaso para permitirla explotación de un aparcamiento subterráneo. ¿Acaso pretenden afectar también a las palmeras de la zona central del paseo? Además, existen numerosos edificios vetustos en la fachada de la explanada que pueden verse afectados por las obras, sobre todo si consideramos que la geotecnia del subsuelo es francamente compleja con un somero nivel freático. Encontramos alarmante que en toda la documentación del Plan Especial no se dedique ni un párrafo ni se documente con estudio técnico alguno la necesidad de la construcción de esa nueva infraestructura que será un reclamo para el aumento del tráfico rodado en el Centro y por tanto agravará las condiciones de vida de la población residente (más contaminación atmosférica, más ruido, menos espacios libres, etc).

En general el Plan Especial aborda los temas de movilidad con una frivolidad preocupante. Así, no existe justificación técnica a las decisiones en materia de movilidad, parece simplemente que se recogen las peregrinas ideas de agentes ajenos al equipo redactor. Por ejemplo, no se ha tenido en cuenta el mapa de contaminación acústica que se ha elaborado por parte del Ayuntamiento, comenzando precisamente por el centro tradicional, a pesar de ser un problema serio en toda la ciudad. Tampoco consta estudio alguno sobre el tráfico motorizado en el centro, ni se ha considerado la relación del centro con las zonas colindantes y con el resto de la ciudad. También falta un estudio sobre el transporte urbano -colectivo y discrecional-, tanto en su situación actual (perimetral e interior) como en la muy diferente circunstancia que tendrá cuando, a corto plazo, el tranvía circule bajo la avenida de Alfonso el Sabio.

Estamos convencidos de que el futuro del Centro Tradicional afecta a todos los habitantes de Alicante. A pesar de ello en el proceso de redacción del Plan Estratégico, primero, y del Plan Especial, después, se ha hurtado a la mayoría del tejido social de la ciudad la participación. La escueta oportunidad de alegar en la exposición al público de un Plan ya redactado es insuficiente.

Esperemos que la Comisión Europea no incluya este Plan Especial en la categoría de Plan Urban y no lo financie, pues no cumple con los criterios de movilidad sostenible universalmente aceptados.