Las obras de construcción de la primera fase del complejo turístico con campo de golf y urbanizaciones “Lorca Golf Resort”, que ejecuta la empresa catalana Bluelor S.A. en el paraje de Villarreal (Lorca), suponen un duro atentado para las poblaciones silvestres de tortuga mora de la zona. Tras la concesión de la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Lorca, las maquinas han empezado a destruir irreversiblemente una superficie que abarcará un total de 46 hectáreas del mejor hábitat de la tortuga mora.

La finca donde se están realizando las salvajes roturaciones, está situada en pleno corazón de la Sierra de la Almenara y parte de ella se incluye en el LIC (Lugar de Interés Comunitario) de la Sierra de la Almenara”, e igualmente se encuentra en las inmediaciones de la ZEPA “Sierra de la Almenara, Cabo Cope, y Las Moreras”. Incomprensiblemente y de forma premeditada, las 126 hectáreas que ocupará el complejo turístico del total de 246 que tiene la finca no fueron incluidas dentro del LIC, a pesar de la importante población de tortuga mora presente en ella y la existencia de varias especies incluidas en el Catálogo Regional de Flora Silvestre Protegida de la Región de Murcia.

Se estima que el número de ejemplares de tortuga mora afectados por la primera fase de las obras podría ser superior a los 1.000 ejemplares, teniendo en cuenta que la densidad de individuos es de 20 a 25 por hectárea, una de las mayores de toda su área de distribución natural en Europa Occidental. En este caso, el impacto sobre las poblaciones de tortuga mora será incluso mucho más grave que el que se produciría en la finca la Cerrichera, ya que en la finca de Villarreal ni siquiera existen cultivos, constituyendo toda la finca un hábitat excepcional para las poblaciones de tortuga mora.

Ecologistas en Acción denuncia el incumplimiento de las condiciones establecidas en la Declaración de Impacto Ambiental, emitida por la Consejería de Industria y Medio Ambiente y publicada en el B.OR.M. número 206 de 7 septiembre de 2005 en lo referente a la conservación de la tortuga mora, que establecen claramente la necesidad de acotar el área tortuguera y la realización de batidas para recolectar los ejemplares presentes en la zona de obra, actuación que debe realizarse en primavera y otoño cuando las tortugas están activas. Sin embargo, las obras de roturación han comenzado en pleno invierno, cuando las tortugas están hibernando a poca profundidad bajo tierra, lo que supone que sea casi imposible localizarlas, por lo que todos los ejemplares están siendo literalmente arrasados por los bulldozer. También especifica que las obras de desbroce de matorral no se realizarán durante la época de cría de aves, entre los meses de marzo y junio.

Ecologistas en Acción también solicita la inmediata paralización de las obras hasta que no se garantice el cumplimiento de todas las condiciones establecidas en la declaración de impacto ambiental, y se minimicen las afecciones a las poblaciones de tortuga mora y su hábitat, mediante el establecimiento de un programa de vigilancia ambiental adecuado.

En julio de 2004, Ecologistas en Acción de la Región Murciana presentó alegaciones al Estudio de Impacto Ambiental de este proyecto, solicitando una declaración negativa. La Dirección General de Calidad Ambiental de la Consejería de Industria y Medio Ambiente de la Región de Murcia, dictó Declaración de Impacto Ambiental favorable en julio de 2005 (publicada en BORM de 7/09/05), en la que se recogen una serie de condiciones para la compatibilidad del proyecto evaluado con la conservación de los valores naturales de la zona, condiciones que al inicio de las obras no se están cumpliendo.