Algo esta haciendo mal el Departamento de Medio Ambiente si no es capaz de concienciar a los sectores económicos de los beneplácitos de declarar un espacio protegido en el Maestrazgo y su repercusión en el desarrollo económico de la zona, ni tampoco a los sectores medioambientales de que esa actuación va a suponer actuaciones que favorezcan la conservación de la singularidad de los valores naturales de esa Comarca.

En verdad, al hablar de desarrollo sostenible el Gobierno de Aragón estará haciendo una apuesta por acercar posturas en modelos de desarrollo económico con acciones de defensa y conservación del medio ambiente, pero nuestro Gobierno esta muy alejado del significado de ese término, solo válido cuando se fijan límites al crecimiento y se plantean posicionamientos tendentes a nuevas formas que hagan compatible la sociedad humana con la Vida.

Nos parece que en toda la parafernalia montada por el Consejero de Medio Ambiente, se encuentran intereses personales y de partido por incrementar la estadí­stica de superficie protegida en Aragón, sin que ello contribuya a una polí­tica medioambiental donde se integre y se involucre al conjunto de la política de Aragón.

Y las prisas por conseguir posicionamientos de sectores sociales involucrados entre la población de la Comarca y entre ONG vinculadas a la conservación de la naturaleza, hemos de entenderla por el adelanto del año electoral en el que ante todo el PAR no quiere perder posiciones para seguir negociando el Gobierno con el PSOE.

Lastima que la amplia estructura administrativa, apuesta personal del Sr. Boné: Departamento de Medio Ambiente, Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) y Sociedad de Desarrollo del Medio Ambiente en Aragón (SODEMASA); no sirva para presentar un proyecto de conservación de los recursos naturales, involucrados en un PLAN DE ORDENACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES, garantía de buenas intenciones en la búsqueda de sostenibilidad para la Comarca. Son ya más de cinco años desde que el Gobierno de Aragón inicio el PORN de Gudar, hoy olvidado por causas que hemos de vincular a la falta de capacidad del Gobierno de Aragón para afrontar una Política de Conservación de la Naturaleza y Medio Ambiente en esta Comunidad Autónoma, cuyos efectos inmediatos podemos sentarlos en extinción del Bucardo, dentro de un Plan Especial para su Conservación, el deterioro de nuestras Montañas por el avance del cemento y los intereses vinculados a él, y tantas otras actuaciones que denotan falta de voluntad.

El Sr. Marcelino Iglesias, Presidente de la Comunidad, debería plantearse aprovechar el año que queda de esta legislatura para presentar al final, al menos buenas intenciones en su compromiso por el Medio Ambiente.

Recientemente, Ecologistas en Acción – Otus ha recibido un documento expositivo sobre la PROPUESTA DE PROTECCIÓN PARA LA COMARCA DEL MAESTRAZGO, elaborado por el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, compuesto por los siguientes capítulos: “Consideraciones previas sobre la Reserva de Caza del Maestrazgo”, “Consideraciones previas a la declaración de un Paisaje Protegido” y “Consideraciones previas a la Declaración de un Monumento Natural”. En este documento nos invitaban a realizar las sugerencias que nuestra asociación ecologista considerase oportunas. Tras el estudio del documento, apoyados en nuestra experiencia y en el conocimiento que podamos tener de la situación del Maestrazgo, estos son los COMENTARIOS QUE DESEARÍAMOS SE TUVIERAN EN CONSIDERACIÓN y que hemos presentado ante el Departamento de Medio Ambiente:

· En primer lugar, sería muy interesante conocer el contenido y alcance del proceso participativo llevado a cabo en el último semestre del 2005: quiénes han participado, quiénes han formulado las preguntas, qué preguntas se han hecho,… es decir, tener claro hasta qué punto dicho proceso ha sido significativo, y sobre todo hasta qué punto ha estado dirigido o sesgado en función del propio planteamiento inicial de la Administración (si lo había).

· La información se limita a exponer un listado de actividades con sus limitaciones, y una mínima anotación de las subvenciones posibles; pero no indica los mecanismos de gestión de esos espacios, de las ayudas, el encaje de la participación social y su capacidad ejecutiva, etc… ¿se creará un patronato, o varios?, ¿quiénes estarán representados?, ¿tendrá la DGA un peso preponderante?, ¿qué papel jugará la Comarca?, ¿se establecerá una gerencia socioeconómica?, en ese caso, ¿cómo se articulará con los programas de Desarrollo Rural existentes?.

· Respecto a la capacidad de protección de las mencionadas figuras, no hay tampoco nada claro: ¿Se elaborará algún plan de seguimiento?, ¿quién lo hará?, ¿qué especies van a entrar?, ¿sólo las cinegéticas?, ¿y las otras, como especies fluviales, o especies en proceso de reintroducción como el quebrantahuesos?.

· Respecto a la delimitación, llama la atención que las propuestas se ciñan de manera casi exclusiva a los municipios que forman parte de la comarca oficial del Maestrazgo. La dinámica de protección debe abarcar entornos más amplios. Muy especialmente, cuando se habla de proteger un determinado paisaje de ríos y riberas, no debemos olvidar que el estado de conservación de los mismos es consecuencia directa de la gestión que se hace de la cuenca.

· Así, procesos de deforestación o de roturación pueden desencadenar procesos de pérdida de suelos, inundaciones, etc…

· Por otra parte, el planteamiento que se hace no es nada integral: superpone toda una serie de figuras de protección, pero en realidad creando espacios desconectados unos de otros, y con una previsible dificultad de articulación administrativa entre ellos.

· A ello habría que añadir el hecho de que existen otras figuras como la de Parque Cultural, que debería ser también tenida en cuenta.

· El Maestrazgo y buena parte de sus zonas adyacentes han sido declaradas LIC y ZEPA (Guadalope-Maestrazgo, Campo Visiedo). Ello incluye municipios de las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos (Gargallo) y Cuencas Mineras (Aliaga, Val de Jarque) e incluso Teruel (Fuentes Calientes).

· Es decir, la cuenca alta y media del Guadalope y sus afluentes Val de Jarque, Pitarque y Guadalopillo configuran un entorno integrado de paisajes diversos, con gran riqueza de flora y fauna, con una importante integración antrópica, y con el valor añadido que da la conectividad fluvial. En este sentido, recordemos el dictamen del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, de julio de 2000, donde habla de la falta de conectividad de la red Natura-2000 en Aragón, la ausencia de corredores fluviales, y la necesidad de asegurar la participación local.

· Además, vale la pena fijarse en la figura de reserva de la Biosfera planteada desde la UNESCO, y en la que se menciona la figura de las “orlas” o círculos concéntricos, es decir, un grado progresivo de protección desde las zonas centrales del área, que cuentan con los mayores valores naturales, hasta las zonas más exteriores, donde el grado de protección es más laxo, pero sin olvidar el valor del conjunto y la necesidad de preservarlo.

· Por ello, un espacio protegido formado por la cuenca alta y media del Guadalope y sus afluentes sería la propuesta que garantizaría una protección mejor y más integrada de los valores de la zona, siempre y cuando se cuente con medios económicos suficientes y una activa participación social.

· Lo que nos da la impresión es que la DGA es consciente del carácter integral que tiene el conjunto del espacio, pero no se atreve a lanzar la propuesta de un Parque Natural, que es la figura de la legislación aragonesa que mejor cubriría el conjunto de necesidades existentes, dada la rigidez del modelo administrativo actual, y dadas también las malas experiencias existentes con otras zonas problemáticas (Gúdar, Gallocanta, Monegros).

· Si se es consciente del valor de la protección de los espacios naturales, si se están vendiendo experiencias supuestamente exitosas como la de Ordesa desde el punto de vista socioeconómico, no debería de dar miedo comenzar un periodo de análisis y de participación sosegada por todas las partes, para avanzar hacia la figura de un parque natural.

Ahora bien, la experiencia respecto a la gestión de la DGA cuando ha habido amenazas en zonas declaradas LIC y ZEPA en aquel entorno (por ejemplo, la piscifactoría de Aliaga), nos hace ser escépticos respecto a la voluntad política de comprometer recursos humanos y materiales y de confiar claramente en el papel motor de una naturaleza pujante en los territorios turolenses.