Ecologistas en Acción de Córdoba, ante las reiteradas y lamentables críticas de representantes del automovilismo cordobés y las amenazas recibidas de aficionadas a este deporte, informa y advierte que la responsabilidad de todo lo ocurrido el pasado 16 de julio recae, casi en exclusiva, sobre los responsables políticos del Ayuntamiento de Córdoba.

Ecologistas en Acción viene soportando desde el pasado fin de semana un aluvión de críticas y amenazas por parte de miembros del mundo del automovilismo y de aficionados a esta modalidad deportiva. Aficionados y organizadores que concentran injustificadamente su ira y malestar en esta organización.

Ecologistas en Acción ha venido demandando en los últimos días que una prueba de esta naturaleza se desarrollase con plenas garantías (seguridad y salvaguarda de los recursos económicos y ambientales de la zona), en beneficio de los organizadores del evento deportivo y de los propios aficionados. Y cómo no, de los recursos naturales que representa la Sierra de Córdoba, que es de todos.

Durante la semana del 12 al 16, día éste último en que se desconvocó la prueba deportiva de forma traumática, todas las opiniones recabadas por Ecologistas en Acción (técnicos del Ayuntamiento de Córdoba, de la Consejería del Medio Ambiente, bomberos, medios de comunicación, etc.) coincidían en señalar que la fecha prevista para la celebración de la prueba automovilística suponía un elevadísimo riesgo de incendio forestal y, por tanto, una situación de grave inseguridad para los aficionados y población residente en la sierra de Córdoba. No se puede comprender que en una situación de emergencia como en la que está sumida la Sierra de Córdoba en el periodo de verano, se autorizara por parte del Ayuntamiento de Córdoba un evento deportivo que obligaba a una presencia adicional de vehículos y de personas en terrenos altamente inflamables.

El Ayuntamiento de Córdoba es el principal responsable de la desconvocatoria traumática de esta prueba deportiva, el pasado viernes. Su irresponsabilidad, su falta de criterios y su escasa sensibilidad ambiental desembocó en una suspensión in extremis con todos los perjuicios generados en el plano económico, organizativo y de imagen a la organización. Son los responsables municipales, con Rosa Aguilar a la cabeza, los que deben dar las explicaciones, disculpas y soluciones, no sólo a los aficionados al deporte de motor, sino a todos los cordobeses por su actitud irreflexiva y temeraria.