Pese a las lluvias y el mal tiempo, unas 150 personas se reunieron esta mañana en el faro de Trafalgar para hacer visible su oposición a la construcción de dos hoteles en las proximidades, justamente donde acaba la Servidumbre de Protección del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) y en el límite del Monumento Natural del Tómbolo de Trafalgar.

La manifestación había sido convocada por la PLATAFORMA TRAFALGAR que engloba a entidades ciudadanas y ecologistas existentes en el litoral desde Chiclana a Tarifa, y a diversas organizaciones de ámbito provincial, entre ellas Ecologistas en Acción. En la concentración y posterior manifestación se han expresado consignas contra la especulación en el litoral gaditano y contra estos hoteles en particular, y a favor de que Trafalgar continúe siendo un entorno natural y virgen.

Para los convocantes resulta escandaloso que la forma de celebrar el bicentenario de Trafalgar por parte de nuestros políticos, sea permitiendo su urbanización; urbanización que pretende hacerse en un espacio actualmente clasificado como NO URBANIZABLE. Pero el Ayuntamiento de turno, en este caso el de Barbate, ante la inversión que dicen van a realizar grupos hoteleros foráneos, propone rápidamente la modificación de la ordenación territorial por él mismo aprobada.

Estamos ante un caso más de URBANISMO A LA CARTA que invalida todos los procesos de planificación urbanística y que responde a intereses particulares y antidemocráticos. De poco sirven los planes urbanísticos si los primeros que no los cumplen son los responsables de hacerlos cumplir, responsables que acabarán perdiendo toda credibilidad ante los ciudadanos. Es de destacar que tanto en Caños de Meca como en el pueblo de Barbate existe suelo urbanizable suficiente para instalar hoteles, pero el Ayuntamiento prefiere dedicarlos a usos residenciales -los que menos empleo y actividad económica generan.- y recalificar suelos no urbanizables de alto valor paisajístico para estos usos hoteleros.

Los manifestantes han acordado estar atentos a cuando la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio, dependiente de la Junta de Andalucía, pretenda aprobar definitivamente la construcción de los hoteles, y continuar ante ella su protesta.