El ruido, uno de los problemas urbanos de salud y convivencia que los propios ciudadanos nos empeñamos en agudizar, se corrige cultural y técnicamente. Ante el anuncio del Ayuntamiento de Salamanca de la elaboración del Proyecto de una nueva Ordenanza Municipal sobre el ruido, la organización ecologista considera que es hora de que el Partido Popular pierda el miedo a contrastar opiniones y por ello exige al Alcalde Julián Lanzarote la convocatoria del Consejo Sectorial de Medio Ambiente, órgano de participación ciudadana de amplia representación, donde se debe dar cuenta de la labor realizada en materia de ruido, así como de tantos otros proyectos y actuaciones que siembran la controversia. La organización ecologista califica como inaceptable el que el Proyecto de Ordenanza esté a disposición de la Asociación de Hosteleros sin que previamente haya pasado por los órganos de participación reglamentariamente establecidos. Una vez más para el Partido Popular pesan más las presiones de hosteleros y constructores que la salud de los ciudadanos.

Ecologistas en Acción considera oportuno el momento de la revisión de la Ordenanza Municipal del Ruido ya que en estos momentos se encuentra en fase de elaboración del Borrador de Anteproyecto de Ley del Ruido de Castilla y León, ley a la que la nueva Ordenanza tendrá necesariamente que adaptarse. Igualmente inmersa como se encuentra nuestra ciudad en la elaboración del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, la nueva Ordenanza tiene que prever como se concreta la incorporación de la nueva Ley y Ordenanza al planteamiento urbanístico y territorial, al menos teniendo en cuenta la delimitación de las áreas acústicas y el establecimiento de las servidumbres acústicas del municipio.

Ecologistas en Acción espera que el proceso iniciado no sea una repetición del fracaso que supuso la presentación el 8 de noviembre de 2000 de los Mapas de Ruido de Salamanca, y otras cuatro ciudades de Castilla y León, entregados a sus respectivos ayuntamientos en un acto solemne celebrado en Avila. El resultado de aquel Mapa del Ruido se parecía al del Mapa del Ayuntamiento de Salamanca de 1994, lo que indica que en los 6 años que los separan se hizo poco más que la «Ordenanza Municipal contra la Emisión de Ruidos y Vibraciones», importante pero muy escaso. Y desde estas fechas hasta día de hoy menos si cabe.

Finalmente la organización ecologista resaltando la importancia de la regulación del ruido mediante una ley autonómica o la revisión de la Ordenanza municipal no llega a entender como no recibe el mismo trato la contaminación atmosférica química y reclama la convocatoria de un grupo de trabajo sobre la calidad del aire en la ciudad de Salamanca.