Posicionamiento de la Plataforma por el Desarrollo Sostenible de Teruel ante la situación del transporte y la explotación de arcillas en la provincia.

1. EL TRANSPORTE: LA OPCIÓN CORRECTA, EL FERROCARRIL

“Queremos que el ferrocarril sea la estrella de esta legislatura” (Magdalena Álvarez Arza. Ministra de Fomento EL PAIS 3-5-2004)

La integración multimodal del transporte de la Unión Europea es una exigencia básica para la sostenibilidad de la vida. La integración del transporte ha de estar basada en el criterio fundamental de favorecer el trasvase del transporte individual y por carretera al transporte público colectivo y por ferrocarril. Este criterio político, de urgente desarrollo, no aparece todavía como prioritario en las instituciones de la Unión Europea, ni en el Parlamento Español, ni en el Gobierno de Aragón, ni en las Instituciones Locales.

En Enero de 2005, el gobierno actual puso en vigor La Ley del Sector Ferroviario, aprobada un año antes por el anterior gobierno mayoritario, traicionando de este modo su voto en el Congreso a un proyecto copiado del anterior gobierno y a su vez del modelo británico.

Esta Ley muy lejos de potenciar y dinamizar el trasporte ferroviario, lo que esta potenciando es el transporte privado y por carretera.

Después de 1 año y tres meses de la entrada de La Ley Del Sector Ferroviario en la provincia de Teruel tenemos el siguiente panorama:

- DESAPARICIÓN DE LOS TRENES DE ARCILLA.

- Trenes de viajeros más caros y con menos plazas.

- Posible pérdida de puestos de trabajo en el ferrocarril.

Esto supone un trasvase del transporte ferroviario hacia la carretera (70 o más camiones diarios y un numero indeterminado de vehículos privados, por no tener plazas en los trenes regionales), evidentemente se produce un incremento de emisiones de CO2 a la atmósfera, así como un aumento de la elevada siniestralidad del trafico carretero.

Por otro lado al no tener cargas de trabajo, los puestos de trabajo en el ferrocarril turolense peligran (20 puestos) sin contar con los actuales expedientes de regulación de empleo en el ferrocarril que afectan a 4000 trabajadores en el estado y 7 en la provincia de Teruel.

Los datos son claros en 1980 en el ferrocarril trabajaban 70.936, en el 2010 trabajaran 26.000 aproximadamente.

En definitiva es urgente la aplicación de criterios sociales en el transporte colectivo; lejos de criterios económicos y competitivos que incentivan el trasporte privado en esta cultura dominante y de fuerte presión mediática que ejercen la industria del automóvil, carretera, petróleo y altas velocidades.

Si tenemos en cuenta el próximo cierre de la línea ferroviaria este verano para los trabajos de la alta velocidad con Zaragoza se podrían incrementar los problemas del transporte ferroviario.

La situación del tren en Teruel deja, más allá de la retórica oficial, poco espacio para el optimismo.

2. EL BENEFICIO DEL RECURSO: TRANSFORMACIÓN DE LAS ARCILLAS EN TERUEL

Parece que el sector azulejero se está consolidando en el Bajo Aragón turolense, en torno a las ayudas a la reindustrialización que representa el Plan Miner. En la capital, con un nuevo polígono industrial -PLATEA-, donde hay terreno abundante, con acceso a las redes de gas, y en el futuro una terminal ferroviaria de cargas, dentro de un marco de ayudas a la creación de empresas mejorado sustancialmente por la acciones del Plan Específico para Teruel, observamos como las arcillas marchan camino de Castellón, antes en ferrocarril y últimamente por carretera, situación que debería cambiar a corto plazo, pues no es de recibo que el valor añadido que se le puede sacar a estos minerales, se obtenga en otras comunidades autónomas.

La transformación de minerales extraídos de nuestra tierra debe realizarse en ella, mediante técnicas no contaminantes del medio natural y sin perjudicar a la salud ciudadana, única forma de consolidar puestos de trabajo.

3. EL IMPACTO AMBIENTAL DE LA MINERÍA: PLANIFICACIÓN Y ORDENACIÓN

La satisfacción de las necesidades humanas depende de dos fuentes: la economía y los recursos naturales. Valorar la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos en base al índice de PNB no contempla la degradación generada por la extracción de recursos, que reduce directamente el bienestar de la población por contaminación, degradación del paisaje y del disfrute del medio ambiente. Perdemos servicios que la naturaleza ofrece y que no se suelen contemplar en los estudios de planificación orientados a valorar el recurso objeto de la explotación.

La minería del carbón es un claro ejemplo de haber primado el aprovechamiento del recurso sin valorar en su justa medida otros valores afectados. El incremento de la explotación de recursos mineros vinculados a la arcilla y rocas ornamentales, que se esta intensificando notablemente en la provincia de Teruel en los últimos años, se ajusta al mismo modelo y argumentos que criticamos. Tengamos en cuenta que estas explotaciones con una superficie media de 30 hectáreas y un periodo de explotación de 28 años hipotecan el desarrollo futuro de las comarcas donde se localizan, altera la calidad de vida de los ciudadanos afectados y supone una perdida de patrimonio etnológico, paleontológico, arqueológico y natural difícilmente cuantificable en una economía de mercado.

Podríamos afirmar que nuestro modelo de desarrollo no es sostenible por cuanto no pone límites al crecimiento, y el culto al crecimiento volcado en un beneficio puntual económico supone la expoliación de los recursos de las Comarcas afectadas.

En base a lo argumentado, apostamos por la planificación y ordenación equilibrada de la explotación de los recursos, donde se primen otros valores que el medio ambiente ofrece a la sociedad y no solo el crecimiento de determinadas empresas. Una planificación que no tiene porque renunciar a la explotación de los recursos mineros, pero si plantear los lugares y la forma en que puede ser extraído sin afectar negativamente a otros recursos y otros valores que la sociedad también demanda.

El aprovechamiento y extracción mineral en nuestra tierra debe ser estrictamente regulado por legislación exigente de
estudios expertos que garanticen la conservación del medio natural en sus aspectos ambientales, paleontológicos, etnológicos y culturales que son una riqueza mayor que las extracciones minerales en cuestión.

4. UBICACIÓN DE LAS INDUSTRIAS: POLÍGONO INDUSTRIAL AGROALIMENTARIO

La posible localización de industrias transformadoras de la arcilla en PLATEA, unidas a las ya existentes en el Polígono Industrial actual, junto a la radicación de empresas del sector agroquímico, conviviendo a escasos metros con industrias del sector alimentario, nos obliga a realizar una reflexión sobre la necesidad de la conveniente separación de actividades, que puedan perjudicar seriamente al sector agroalimentario, uno de los pilares de nuestro futuro desarrollo. De ahí que sería necesario la definición de los usos de PLATEA, y en cualquier caso, si el impulso inicial marcha por otros sectores distintos del agroalimentario, es necesario replantearse la situación, estudiando a corto plazo la creación de un polígono industrial agroalimentario, que preserve la calidad de los productos producidos en él, cuidando así la imagen de los productos que se elaboren.

NOTA: Queremos aprovechar la difusión del presente comunicado para manifestar la alegría de la Plataforma por la reciente incorporación de un nuevo colectivo a la misma: el sindicato STEA, así como agradecer las adhesiones de ciudadanos turolenses que estamos recibiendo.

Los colectivos que formamos la Plataforma por el Desarrollo Sostenible de Teruel: CGT, CNT, Ecologistas en Acción de Otus, Izquierda Unida y STEA.