Estos últimos enterramientos de origen romano, han sido hallados durante las obras de urbanización cercana al edificio Áncora. Los restos se encuentran en buen estado de conservación y se prevé que se localicen aún más, en caso de que se confirme que es una pequeña necrópolis.
Responsables de arqueología de la Junta de Andalucía ya realizan las labores necesarias para el descubrimiento de estas tumbas. Por su parte, la asociación ecologista había informado hace unos días de la repercusión de los movimientos de tierra en dicho lugar, teniendo en cuenta que en las obras que se han venido efectuando en el cercano Callejón del Moro, ya se habían producido hallazgos de importancia. Las últimas tumbas aparecieron el sábado y viene a confirmar la importancia y extensión de la ciudad de Carteia.

En este sentido, el equipo de arqueólogos de la Universidad Autónoma, que investigando en el mencionado yacimiento, dio cuenta de los trabajos efectuados con motivo del Plan Parcial de Villa Victoria, entre las poblaciones de Puente Mayorga y Campamento. La Consejería de Cultura determinó la protección de los mismos, una vez realizado los trabajos de excavación y obtenido la información correspondiente.
Los restos arqueológicos aparecieron en los años 2003 y 2004 y tras un concienzudo estudio, en el pasado año se confeccionaron las memorias relativas a los trabajos efectuados y la investigación posterior.

En el primer año apareció un horno de planta circular de 4 metros de diámetro en perfecto estado de conservación. Esta construcción se correspondía con la una actividad industrial centrada entre finales del siglo I antes de Cristo y el último tercio del I d.c.

En mayo de 2004, y en las inmediaciones del Callejón del Moro (Campamento), se produjo el hallazgo de un embarcadero que formaba parte de una gran estructura portuaria de época alto imperial.

Con los datos obtenidos a lo largo de la primera intervención se iniciaron los trabajos de excavación.

Asimismo, se efectuaron tareas de consolidación y protección de las estructuras. La analítica realizada a la muestra tomada del nivel freático reveló que se trataba de agua carbonatada con cierta presencia de cristales de sal, pero no de agua de mar.

La explicación ofrecida por los técnicos es que el nivel freático sobre el que se asentó el horno se ubica sobre arcillas de marismas que tiene un elevado volumen de sanidad.

La piedra parece proceder de la zona y es en su mayoría, arenisca de color ocre. Este tipo de roca se caracteriza por su porosidad. La parrilla se ha conservado entera y en buen estado.

La intervención llevada a cabo para exhumar los restos del embarcadero ofreció interesantes datos, relacionándose dicho muelle con la industria alfarera representada por los referidos hornos.