A la tromba de agua, lodo y piedras desencadenada durante el fin de semana en el litoral oriental malagueño, con gravísimas consecuencias en el municipio de Rincón de la Victoria, le siguió ayer una avalancha de críticas por el modelo urbanístico imperante en la Costa del Sol, caracterizado en muchos puntos por la invasión de las edificaciones de los cauces hidráulicos naturales y la construcción de paseos marítimos inadecuados.

Una de las muchas consecuencias del temporal es que ha destrozado las playas de Rincón de la Victoria y ha desdibujado el litoral de la Costa del Sol a cinco días ya del inicio de la Semana Santa. Según el Ayuntamiento las cuatro playas de ese municipio malagueño prácticamente han desaparecido, aunque en un informe preliminar de la Demarcación de Costas se apunta que ha habido daños en zonas «puntuales», a lo que el subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio, añadió que no ha habido «grandes erosiones. En un alarde de optimismo representantes del sector turístico confían en que esta circunstancia no repercuta en la afluencia de visitantes.

Modelo urbanístico

Mientras se hace acopio de fuerzas para restablecer la situación, se han recrudecido las críticas a un modelo urbanístico que no ha respetado la existencia de los cauces naturales.

El presidente del Colegio de Arquitectos de España, Carlos Fernández Pezzi, aseguró ayer que la «causa fundamental» de lo ocurrido en Rincón de la Victoria es la «importante construcción del frente litoral» y la «ocupación de todos los espacios que limitan con el mar».

A su juicio se hace necesario «un esfuerzo de prevención mediante infraestructuras mucho más controladas que permitan que no se creen barreras, como ha pasado con el paseo marítimo».

Al respecto, el alcalde de Rincón de la Victoria, José Domínguez (PSOE), admitió ayer que el diseño del paseo marítimo «no era el más adecuado».

Igualmente, numerosos vecinos que acudieron a la oficina instalada por el Ayuntamiento para comunicar los daños, achacaron éstos a las obras ilegales o vertidos en los cauces de los arroyos, lo que ha provocado que se desviaran de sus recorridos naturales.

Al hilo de esta catástrofe ocurrida en la población malagueña, la ex consejera de Economía y Hacienda y diputada del PSOE, Magdalena Álvarez, aseguró que el nuevo paseo marítimo «se hará con un diseño que no sea un peligro, porque la gente no puede perder su casa cada tres años», informan Europa Press y Efe.

Para el portavoz de Ecologistas en Acción de Andalucía, Juan Clavero, el problema no es que se construya de forma ilegal, «que también ocurre», lo grave es que «se edifica en lugares no adecuados, y además legalmente». A su juicio la Costa del Sol, donde «los ayuntamientos recalifican suelo en zonas con peligro de inundación, reúne todos los requisitos para que sea de alto riesgo: hay lluvias torrenciales de forma periódica, deforestación de las sierras traseras, desde donde se producen escorrentías hacia las poblaciones, y aumento del riesgo natural de las trombas de aguas con cauces naturales sin la suficiente amplitud como para minimizar los daños».

Asegura Juan Clavero que «el problema no es que los ríos y arroyos se metan en las calles cuando se desbordan, es que las calles se han hecho sobre los ríos, lo que es distinto».

Y en este punto denuncia la «absoluta irresponsabilidad de los ayuntamientos, fruto de la especulación urbanística, y de las Confederaciones Hidrográficas que tienen que hacer informes vinculantes a los planes urbanísticos y normalmente por presiones políticas admiten lo que presentan los ayuntamientos».

Para Juan Calvente, de Ecologistas de Málaga y experto en materia de aguas, , es «salvaje» que todos los arroyos y ríos de la Costa del Sol estén «o urbanizados o encauzados»