Se está convirtiendo en territorio comanche, donde cada uno hace lo que le da la gana en cuanto a construcción y movimiento de tierras.

Según la Ley Forestal Andaluza estos terrenos no podían cambiar su uso y deberían seguir siendo forestales, pero los chalés aparecen como hongos tras la lluvia en los lugares más recónditos de la sierra.

Hemos preguntado a las administraciones qué se está haciendo al respecto, ya que la falta de vigilancia es evidente y si existe no se nota, ya que no hay ninguna intervención que frene el deterioro de esta zona.

Se recuerda que según la Ley de Incendios, existe la obligación de restaurar el monte por los propietarios y, además, «las correspondientes limitaciones de uso y aprovechamiento sobre las mismas serán objeto de nota marginal en el Registro de la Propiedad», por lo que se puede estar produciendo un fraude si se está vendiendo el terreno con promesas de urbanizar.

Se pide a las administraciones competentes (Delegaciones de Medio Ambiente y Obras Públicas) que intervengan en ejercicio de sus funciones y controlen el descontrol existente, antes de que la magnitud del desastre haga inviable cualquier intervención para restaurar la zona.