Desde Ecologistas en Acción hacemos pública nuestra solidaridad con el pueblo mapuche, en concreto con el chileno, que sufre desde hace décadas una fuerte represión a su autodeterminación. Consideramos que el ejemplo de la comunidad Juan Paillalef, que relatamos a continuación, es representativo de la la situación de este pueblo.

En la década de los 90 una de las comunidades mapuches chilenas, la comunidad Juan Paillalef, comienza una reconstrucción política, social, cultural y territorial en el sector Curaco de la comuna de Cunco. Esto no fue bien visto por los latifundistas, ya que en el sector existe una gran riqueza natural y una gran cantidad de comunidades mapuches a las cuales bajo presión y engaño se les obligó a ceder sus tierras y pasar a ser la mano de obra barata de los latifundistas. Al saber que el trabajo de la comunidad era despertar la conciencia de las demás comunidades del sector para exigir la devolución de las tierras usurpadas y los derechos fundamentales que hasta la fecha no son respetados, los latifundistas del sector formaron un grupo paramilitar que, durante un periodo de 3 años, amenazó y amedrentó a la comunidad. Así, tres veces por semana, movilizados en camionetas y provistos de gran cantidad de armamento, atacaron la comunidad, en especial la casa de la lonko (líder) Juana Calfunao y de Rosita Calfunao.

Este grupo es financiado por Alvaro y Aliro Taladris, dueños del resort Trilanqui, Alejandro Seco, quien mantiene una gran cantidad de tierra usurpada a las comunidades de dalcahue del sector, Leonardo García Sabugal, quien es un empresario forestal y agrícola que mantiene tierras usurpadas en distintas comunidades de la región, y el esposo de la concejala de Los Laureles Patricia Vargas (militante de UDI). Todos estos actos son avalados por el reten de carabineros de Los Laureles, quienes en innumerables ocasiones tomaron las denuncias de la comunidad en el libro de constancias.

En el año 1998 estas amenazas se hacen efectivas y la casa de la lonko Juana Calfunao es totalmente destruida, situación que fue denunciada en el juzgado del crimen de Temuco bajo el nº 105-333. La denuncia es por asociación ilícita, y porte ilegal y tenencia de armas de fuego. La denuncia nunca fue tomada en consideración.

Pero la comunidad no se dejo amedrentar y continuó trabajando por la recuperación y el respeto de los derechos como Pueblo-Nación Mapuche. Así se transformó en un ente fiscalizador de las gestiones gubernamentales. En especial de la gran cantidad de denuncias que recibieron por parte de varias comunidades por irregularidades en la compra de tierra y proyectos que fueron aceptados y nunca ejecutados, no llegando ningún recurso a las comunidades beneficiadas. En abril del año 2004, al buscar respuestas, el señor Aroldo Cayul, les derivo a tratar el tema con el encargado de Patrimonio y Cultura a nivel nacional en ese entonces Cristian Catricura el cual intento coimear a los miembros de la comunidad. Esta conversación que fue grabada en su totalidad, la cual fue presentada al intendente de la novena región, Ricardo Celis, para iniciar una investigación, la cual nunca se llevo a cabo.

El día 26 junio del 2004 la comunidad es nuevamente víctima de un atentado incendiario que destruye la casa de la lonko Juana Calfunao, resultando muerto el lonko Basilio Coñoenao de la comunidad Juan Pichunlaf, sector Calquinco, cuyas tierras se encuentran usurpadas por los hermanos Taladris.

Este incendio debió ser investigado por el fiscal Cristián Crisosto Riffo, quien además contó con una dedicación preferente por más de un mes para investigar este echo. El fiscal, después de 8 días de perpetrado el atentado, se hizo presente en la comunidad. Allí se le entregaron las pruebas que la comunidad mantenía de las amenazas por parte de latifundistas de la zona, investigación que hasta la fecha no arroja resultados.

El día 13 de agosto del 2004, Waikilaf Cadin hijo de Juana Calfunao, resulto apuñalado por cuatro personas, una de las cuales dirigió todo el procedimiento. Waikilaf Cadin terminó con tres heridas corto punzantes, una de ellas en el dorso, una segunda en el pulmón izquierdo y la tercera en el muslo derecho.

El 22 de julio de 2005, la comunidad Juan Paillaef fue victima de un nuevo atentado incendiario, resultando nuevamente la vivienda de la lonko Juana Calfunao destruida. La investigación está a cargo del fiscal Claudio Berato y, nuevamente, hasta la fecha, no hay ningún resultado.

¿Por qué motivo el gobierno nunca ha querido hacerse parte de las investigaciones a los atentados que han afectado a la comunidad Juan Paillalef y, en cambio, sí se ha inculpado a mapuches e incluso aplicándoles la ley antiterrorista?

En mayo del 2001 la lonko Juana Calfunao, junto a Antonio Cadin y Waikilaf Cadin, es detenida por carabineros de fuerzas especiales de la 2º camisería de Temuco en el Terminal rural de esta región. Un grupo de aproximadamente 100 carabineros procedieron a detener a los miembros de la comunidad. Producto de la detención y las torturas que Juana Calfunao recibió dentro de los calabozos en donde se le propinaban golpes de pie y puño y, con especial ira, en la zona de la vagina, tuvo un aborto espontáneo de un feto de 2 meses de gestación. Los miembros de la comunidad fueron procesados por el delito de maltrato a un carabinero en servicio, recibiendo una condena de 2 años por este supuesto delito. La causa esta caratulada bajo el nº 89-2000 y nº 15-000 de la fiscalía militar de Temuco.

El 5 de mayo del 2002 la lonko Juana Calfunao, mientras se encontraba realizando tramites de estudios de sus hijos, fue agredida de manera cobarde por el funcionario policial de apellido Palabechino, quien en esa época estaba a cargo de las fuerzas especiales de Temuco. Este procedió con su radio comunicador a golpear en plena boca a Juana Calfunao, que perdió la pieza numero 9 de su dentadura. Además Juana Calfunao resultó detenida junto a sus hijos, siendo nuevamente procesada por maltrato a un carabinero.

El día 31 de diciembre del 2002 dos miembros de la comunidad Juan Paillalef, Sebastián y Eliseo Calfunao, fueron brutalmente agredidos por funcionarios policiales del retén Los Laureles, quienes mantuvieron toda la noche a los jóvenes amarrados propinándoles golpes con diferentes elementos. Sebastián Calfunao fue trasladado al servicio de urgencia de Cunco en estado de inconsciencia. Ambos jóvenes fueron condenados por maltrato a carabineros de servicio, siendo condenados a firmar por dos años. La causa esta caratulada bajo el nª RUC. Nº03100000-k R.I.T Nº 9-2003.

El día 22 de diciembre del 2005, la lonko Juana Calfunao, quien se desplazaba en su caballo, fue baleada, quedando el caballo con impacto de perdigón en 16 partes y Juana Calfunao con 5 proyectiles en su cuerpo.

El día 23 de diciembre del 2005 la lonko Juana Calfunao es detenida junto a su hermana Luisa Calfunao, la cual resulto con más de 30 hematomas en su cuerpo, producto de las torturas que recibió por funcionarios policiales. La detención se produjo sin contar con una orden.

En el control de la detención, la jueza Luz Mónica Madariaga instruyo al fiscal Mauricio Torres a realizar una investigación por las hematomas, la cual no se llevó a cabo. La jueza decretó que la detención se llevo de manera ilegal e irracional por carabineros de Chile, dejándola en libertad.

El día 4 de enero del 2006, la lonko Juana Calfunao es detenida por una orden emanada del Tribunal de Garantía, en la cual se le acusa de desordenes públicos graves y amenazas a los carabineros de servicio. Por ello pasa 20 días recluida. Allí inicia una huelga de hambre y sed para exigir su libertad. En el juicio es considerada culpable de los delitos que se le imputan y es condenada a dos penas de 61 días.

Actualmente la lonko Juana Calfunao se encuentra en Ginebra en el Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de la ONU. Allí está denunciando los constantes abusos de los cuales el pueblo mapuche es víctima y en especial la comunidad Juan Paillalef.