La degradación de la costa gaditana sigue poniendo en peligro los valiosos ecosistemas litorales y el futuro de la propia actividad turística. Caños de Meca es un buen ejemplo. Esta zona es famosa a nivel nacional e internacional por sus paisajes y por la calidad ambiental, y sin embargo el descontrol urbanístico y la desidia de Ayuntamiento de Barbate han provocado una degradación que ha llegado a niveles insospechados.

Caños de Meca no tiene abastecimiento de agua potable, todos pinchan del acuífero de forma ilegal. Tampoco tiene depuradora, por no tener no tiene ni red de alcantarillado. Las aguas fecales se vierten a pozos ciegos, que contaminan el acuífero del que se abastecen las mismas viviendas, o directamente al mar. Caños de Meca carece de un servicio adecuado de recogida de basuras. Los montones de basuras se acumulan en las calles, junto a los escasos contenedores, provocando una imagen tercermundista y un hedor insoportable. No existen contenedores de recogida de papel ni de envases; los pocos que hay de vidrio no se recogen, por lo que los usuarios terminan por dejar las botellas en el suelo. La dejadez es de tal calibre, que en el acceso a Cabo Trafalgar -uno de los símbolos de nuestro litoral, declarado Monumento Natural e hito histórico conocido a nivel europeo- es un estercolero inmundo. Todo el pinar y las playas del tómbolo están llenas de basura, provocando un aspecto lamentable.

A todo ello se une el descontrol urbanístico. En Caños de Meca se construye donde y cuando quiere cada uno; al Ayuntamiento con cobrar las multas le basta. Las construcciones no respetan ni las zonas de servidumbre del Dominio Público Marítimo Terrestre ni al Parque Natural del Pinar de la Breña, que está siendo rodeado de chalets y pistas de acceso a estas viviendas ilegales.

Ecologistas en Acción exige medidas contundentes para regenerar esta valiosa zona de nuestro litoral, con la construcción de una red de alcantarillado y de una depuradora, la paralización de las obras ilegales, el respeto de la Ley de Costas, la limpieza de la urbanización y de su entorno, y la organización de un servicio eficiente de recogida selectiva de residuos.